Los jugadores más jóvenes inmediatamente comenzaron a familiarizarse con el concepto de rango, por lo que sus esfuerzos mentales se dirigieron hacia ese «rango hipotético» de manos de sus oponentes. anti-rango

Adivinar el rango de un oponente es una tarea muy difícil y si tienes éxito no eres un mago sino que para ello has tenido que analizar un montón de factores.

Una de las mentes más esclarecedoras que escriben sobre poker, Ashley Adams , elaboró ​​hace unos años un concepto importante que luego sirvió a los jugadores y entrenadores para refinar sus técnicas de lectura: el anti-rango.

7-2 es un claro ejemplo de una mano que cae dentro del anti-rango.

Como sugieren las dos palabras, se refiere al rango de manos que nuestro oponente difícilmente jugará. Lo primero a destacar es que colocar a nuestro oponente no es muy diferente de su proceso de descartar que manos podría tener.

La diferencia es que familiarizarse con el concepto de anti-rango significa ser capaz de pensar en manos específicas que pueden eliminarse de los villanos.

Sin embargo, ten cuidado, el anti-rango no es algo mágico que funciona con todo y con todos, nuestro oponente podría matarnos simplemente adivinando nuestra lectura y pagando con un combo que habíamos excluido. 

Como en casi todas las dinámicas de poker, las decisiones que debemos tomar se refieren a información incompleta y/o imperfecta, lo que significa que debemos confiar en las probabilidades y no en la certeza. 

Al comprender el anti-rango, las probabilidades con las que podemos contar para nuestras decisiones se amplía, reduciendo así la de nuestros errores.

Fuente: assopoker.com