El poker es un juego de información incompleta en el que los jugadores deben intentar sacar el máximo valor posible de sus situaciones favorables y minimizar sus pérdidas en las situaciones desventajosas. Para cumplir este objetivo al 100%, muchas veces es necesario tomar riesgos. Si la información que se obtiene del rival indica que la jugada correcta es intentar un gran bluff, lo mejor será ir por esa línea.
Sin embargo, muchos jugadores no pueden desprenderse completamente del miedo a perder y por este motivo evitan tomar riesgos, incluso cuando son riesgos necesarios para jugar una mano adecuadamente. Chance Kornuth , múltiple campeón de brazaletes de WSOP explica que si no tienes la personalidad suficiente para dejar de lado el miedo, es difícil que triunfes en el poker.
El primer paso es entender el miedo. ¿Qué es lo que genera ese miedo? ¿La posibilidad de perder? Pues debemos entender que si dejamos que el miedo domine nuestras acciones, ya estamos perdiendo. Si el miedo evita que tomes correctas, no solo no podrás explotar a tus rivales de la mejor manera, sino que ¡ellos te explotarán a ti! Además, si nunca bluffeas y solo apuestas por valor, será cada vez más difícil conseguir que te paguen cuando tengas una buena mano.
En el poker, a veces es necesario arriesgarlo todo para poder hacer la jugada correcta.
Es importante entender el costo de jugar con miedo. Es normal que haya presión cuando estamos jugando por grandes sumas de dinero. Ya sea en las instancias finales de un torneo o en una mesa cash, la presión siempre es alta. La clave está en dominar esa presión para que no interfiera con nuestra toma de decisiones. Si en instancias donde hay mucho en juego evitamos los bluffs por miedo a perder o por incomodidad, básicamente estaríamos jugando para no perder, en vez de jugar para ganar.
Para poder mejorar esto, es necesario salir de nuestra zona de confort y abrazar el riesgo como una parte fundamental del juego. Y no se trata de ser imprudente y jugárselo todo en cada mano, sino de tomar la decisión correcta incluso cuando implica grandes riesgos. Los grandes jugadores son completamente capaces de dejar de lado ese tipo de emociones y tomar sus decisiones en frío. Eso es lo que los separa de los jugadores mediocres.
Por último, debemos tener en claro que las ganancias en el poker muchas veces provienen de tener un estilo de juego lo más impredecible posible. Si logras ejecutar buenos bluffs cuando la situación lo demande, mantendrás a tus oponentes con dudas e incómodos. Si logras dominar tus emociones a la hora de un buen bluff, tu nivel de juego aumentará enormemente.