Joel Treviño lideró el Día 1A en el High Roller de la PSOP Cancún
Terminó el primer clasificatorio del High Roller con Joel Treviño como líder. Su stack de 265.000 estuvo cercano a los de Mora y Vezina.
En un mundo cada vez más digitalizado, la tokenización inmobiliaria marca una profunda transformación en el real estate tal como se conoce hoy en día. Esta tecnología, surgida en paralelo con la blockchain, comienza a desdibujar las fronteras tradicionales de la inversión en bienes raíces al convertir los derechos de una propiedad en tokens digitales.
Este proceso no solo permite adquirir una fracción de un inmueble, sino que también integra el sector inmobiliario con innovadoras herramientas financieras, lo que abre la puerta a un acceso global y a nuevas estrategias de inversión.
La tokenización implica la división de un inmueble en pequeñas fracciones, cada una representada por un token digital que se registra de forma segura en una cadena de bloques (blockchain). Este mecanismo permite que un activo tradicional, antes reservado para grandes inversores y sujeto a procesos burocráticos y onerosos, se convierta en un producto financiero digital accesible para un público mucho más amplio.
Ya en 2022, el mercado de la tokenización de bienes raíces alcanzó un valor de u$s2,7 mil millones y se prevé que escale hasta los u$s16 mil millones para el año 2030, lo cual expone un dinamismo que apunta a la consolidación de esta tecnología en el ámbito global.
El mecanismo de tokenización se basa en cuatro fases fundamentales:
Esta metodología no solo favorece una mayor liquidez y flexibilidad en las inversiones, sino que también elimina intermediarios y reduce los costos asociados a los tradicionales procesos de inversión inmobiliaria.
Pablo Monti, Brand Manager y Spokesperson de BingX, comenta en diálogo con Codigo+, que «la tokenización de bienes raíces permite que cada vez más gente tenga acceso a la inversión en este tipo de activos».
Según Monti, este modelo reduce la barrera de ingreso y hace posible invertir en porciones de diversas propiedades, en lugar de requerir la compra completa de un inmueble. Además, subraya que la utilización de la tecnología blockchain garantiza la transparencia de las transacciones y la eliminación de intermediarios, lo que se traduce en una mayor eficiencia operativa y en un acceso sin restricciones geográficas al capital.
Por otro lado, Eric Sánchez, CEO de Reental, plataforma pionera en el sector, amplía la visión al explicar que la tokenización es «mucho más que dividir un activo». El experto afirma que se trata de transformar un inmueble en un producto financiero digital con características que incluyen acceso global, diversificación inteligente, liquidez inmediata, reinversión automática, apalancamiento y nuevas capas de rentabilidad que potencian el valor del activo.
Para él, la tokenización resuelve problemas históricos del sector: reduce la necesidad de capital elevado, elimina la burocracia, disminuye los tiempos de espera y permite la conformación de portafolios diversificados en distintas ciudades y países.
Comparando el proceso con la evolución de la comunicación, Sánchez lo ilustra diciendo que invertir a través de tokens es tan revolucionario como pasar del correo postal al email, donde la inmediatez y la interacción digital transforman por completo la experiencia de inversión.
Entre las principales ventajas de la tokenización se encuentran:
No obstante, la tokenización también enfrenta desafíos significativos. Uno de ellos es el desconocimiento general sobre la tecnología blockchain en el sector inmobiliario, lo que genera reticencias en la adopción de esta modalidad. Además, la diversidad y complejidad de la regulación legal, que varía de un país a otro, puede generar incertidumbre y plantear riesgos regulatorios que deben ser abordados mediante marcos normativos adaptados a esta nueva era.
La evolución del sector inmobiliario hacia un modelo tokenizado no es solo una innovación técnica, sino una disrupción estructural del sistema financiero. Plataformas que ya llevan más de cuatro años incursionando en esta tecnología han demostrado que es posible obtener rentabilidades superiores al 13% anual de media, generar ingresos mensuales y ofrecer una liquidez real que antes era impensable en la inversión tradicional.
Esta transformación está marcando el inicio de lo que se conoce como la era del «real estate 3.0». En este nuevo paradigma, la integración de bienes raíces con las finanzas digitales abre un abanico de posibilidades que van desde la inversión directa en activos físicos hasta el uso de estos como colateral para estrategias financieras más complejas. Con la consolidación de este modelo, se vislumbra un futuro en el que la inversión inmobiliaria será más accesible, dinámica y transparente.
Así, el auge de la tokenización de bienes raíces simboliza un cambio radical en la forma en que se concibe la inversión en este sector. Con la posibilidad de adquirir fracciones de propiedades, acceder a mercados globales y beneficiarse de la eficiencia y seguridad que ofrece la blockchain, inversores de todos los tamaños pueden ahora participar de un mercado históricamente inaccesible para muchos.