Erik Seidel tuvo un inicio casi perfecto en la World Series of Poker. Apenas en su primer torneo en Las Vegas terminó en segunda posición en el Main Event sucumbiendo sólo ante la leyenda de Johnny Chan. Seidel sabía que sus días como jugador de backgammon profesional habían terminado y, a partir de ese momento, se convertiría en un jugador de poker.
Al año siguiente Seidel volvió a Las Vegas pero pasaron cuatro años desde su debut para que consiguiera su primer brazalete de la World Series of Poker. Eso fue en 1992 y repetiría victorias en siete ocasiones más. Con ocho pulseras de la WSOP, Seidel también puede presumir de haber ganado cinco de ellas en modalidades diferentes como Holdem, Omaha y Stud. Por si fuera poco, sólo cinco jugadores han ganado más brazaletes que Seidel, entre ellos, Phil Ivey, Doyle Brunson y Johnny Chan.
Desde 1992 Seidel llegó a mesas finales de eventos de la WSOP casi todos los años e incluso tuvo la oportunidad de redención en el torneo principal en 1999 pero de nuevo se quedó sólo cerca: finalizó en cuarta posición llevándose más de un cuarto de millón de dólares. Pero para ese momento ya era uno de los jugadores más respetados del circuito y uno de los más contundentes.
En el 2007, considerado ya la era moderna del poker, Seidel ganó el último de sus brazaletes en un evento Deuce To Seven por el cual ganó más de $500.000 dólares. Desde entonces no ha vuelto a levantar una pulsera (aunque sí gano un torneo del World Poker Tour por casi un millón de dólares) pero eso no quiere decir que sus resultados se hayan esfumado. Muy al contrario, Seidel encontró otro campo de batalla donde ha tenido un éxito sin precedentes.
2. El rey de los Super High Rollers
Hubo un tiempo en que el torneo más caro en el mundo de poker costaba $10.000 dólares. Hubo otro momento en que costaba $25.000 dólares. Y después llegó la era de los eventos Super High Roller y los buy-ins de algunos torneos se elevaron de forma considerable: $50.000 dólares, $100.000 dólares y hasta $250.000 dólares.
Con un buy-in tan elevado es de esperar que los premios sean millonarios pero pocos son los jugadores que tienen las habilidades (y la banca) necesarias para ser regulares de estos torneos. Uno de ellos es, sin duda, Erik Seidel, quien ha disfrutado de enormes éxitos en este tipo de eventos.
El año 2011 inició como cualquier otro para Erik Seidel. En esa ocasión decidió viajar al PokerStars Caribbean Adventure y fue uno de los 151 jugadores que se registraron en el evento High Roller con $25.000 dólares de entrada. En esa ocasión terminó en cuarta posición pero pocos días después ya estaba en Australia para disputar el circuito más prestigioso de ese país: El Aussie Millions.
Seidel jugó casi todos los torneos del calendario pero en el primer de ellos consiguió un excelente resultado. El evento fue el High Roller con buy-in de $100.000 dólares donde alcanzó la mesa final y terminó en tercera posición llevándose $618.000 dólares. Cualquiera estaría satisfecho con esos resultados pero la racha de Erik no había hecho más que comenzar.
Esta vez el triunfo no se le escapó en el Super High Roller, un torneo que uo un buy-in de $250.000 dólares y veinte fueron los jugadores que decidieron participar. La victoria fue para Seidel y por ella se embolsó $2.4 millones de dólares.
En suma: Enero fue todo para Seidel. Tras haber sido elegido como nuevo miembro del Poker Hall of Fame, demostró que la elección no había sido equivocada y en el primer mes del año ya había ganado $3.4 millones de dólares, una cifra que muchos sólo alcanzan tras muchos años de juego.
Era imposible mantener la misma consistencia en los resultados pero aún así, en el 2011, Seidel se las arregló para ganar otro High Roller del World Poker Tour y además obtener la victoria en el clásico NBC Heads-Up Poker Championship por $750.000 dólares más superando a Chris Moneymaker en la final. Con ese resultado, Seidel escaló hasta la primera posición en el ranking de Jugadores con más ganancias en la historia, aunque ahora ese honor le corresponde a Antonio Esfandiari.
Con $18.4 millones de dólares ganados sólo en torneos y una carrera que no tiene intención de detenerse, Erik Seidel es uno de los jugadores más respetados del circuito.