Con o sintigo, canción preferida de masas y durante meses de adolescencia de quien les habla.
Explotado de vitalidad como Bono en el Rattle and Hum espero llegar al streaming que estaremos realizando a partir de las 8:00 am del EPT de Londres con Fernando Romano -es mi deber recordarles- y por esto de regalo el inexorable tema, empezar con el chivo por segunda semana consecutiva hubiese sido demasiado.
Mientras mis amigos y colegas batallan en Chile en busca de la rúcula sin parmesano mi vida torneísticamente hablando sigue reducida en este 2013 al famoso (53) de Puerto Madero. Jugué cuatro torneos en este sacro establecimiento con tres mesas finales y un papelón (que comenzó con tarde de pileta el día anterior y una volada de peluca inesperada y sin escalas, pérdida de llave, el conocimiento y consecuente pasada de largo hasta el turno de las 2 pm.)
«Te escucho, entonces vos ibas con dos ases y el tipo solo presentó proyecto a color…»
Nunca los antes habían tardado tanto en empezar. Lo importante es que habiendo jugado cuatro fechas de este Madero Summer Paradise tengo un par de puntos a destacar y compartir:
1) Voy a empezar a pedir tiempo. Odio absolutamente ser esa persona y creo que una sola vez lo pedí en mi vida, pero están a punto de obligarme. Hay una exageradísima tendencia a pensar innecesariamente en todas las calles de este hermoso juego. Respeto el espacio de cada uno durante paradas grandes, difíciles, definitorias; pero estoy absolutamente en contra del egoísmo de muchos compañeros de mesa que religiosamente pozo tras pozo se toman cuatro o cinco veces más que el average, repito, en situaciones que no lo ameritan. Negreanu hace poco se quejó en su Twitter del abuso excesivo de tanking de todos y culpó a Durrrr por fomentarlo en televisión. Acercándonos a este debate y en defensa de -espero ya- nuestro ídolo está jugando High fucking Stakes, por lo que tiene que balancear el tiempo de todas sus decisiones, inclusive de C-bets. Distinta la situación de un jugador arriba de la media que se encuentra en esta situación: aísla en posición a un oponente pasivo, el board trae Q 7 2 r, villano pasa mientras de reojo busca a la moza y niega con la cabeza. El rail (nosotros) esperamos que rápidamente imprima dinero con todas sus manos de showdown débiles (pongámonos creativos, 10965J10), que checkee atrás AQ KQ y deje meter pares peores en un flop tan seco, que ocasionalmente apueste 1/3 de pozo con Ax y sea pagado por peores a menudo llegando a river cómodamente, foldeando el oponente cartas con equity bajo pero gratuito más seguido aún. Héroe en este caso, piensa cerca de dos minutos reloj, y sólo estamos en el flop. Aclaro, en este caso específico (real) el jugador era avanzado y consciente de este proceder, un tiempo innecesario pues -volviendo a los High Stakes– acá no hay nada que balancear. He dicho.
2) Me auto-excluí de los breaks. Si bien es un terreno en el que me desenvuelvo increíblemente y rara vez cometo errores, literalmente tuve que desabrocharme un botón de la camisa hacia el final del segundo día. Es insano comer tanto y difícil evitarlo, pero realmente volví a la mesa después del decimosexto y lo único que quería hacer era dormir. O adelgazar. Mi recomendación para los osados que ignoren mis máximas es grindear siempre primero las pastas pues son lo primero que se acaba. La gente se abalanza sobre el pernil o cerdo, hay fila y todo, error. Después de las harinas ensalsadas se puede balancear con empanadas o fiambre (no son mi preferencia) o pinchos de pollo pues nuuunca se acaban, para luego si acercarse semi-bailando a la vacía pista y atacar el plato principal entre sabrosos panes. Buen provecho pecadores.
3) Al último Madero entré chip leader a la FT y me pelé noveno. Shit happens. Mucha gente se refirió a este fatídico hecho y optó por cargarme, tildarme acertadamente de barrilete y algunos, sólo algunos, me preguntaron cómo me pelé, o más precisamente por qué pagué river en una polémica mano contra Amos Ben. Brevemente entonces la mano en cuestión y una anécdota latente para cerrar este Jueves Bloggero.
Las ciegas estaban en 6.000/12.000 y la mesa final arrancó hace una vuelta máximo. Mario López decide hacer limp en UTG +2, por lo que una persona más en media se unió a la fiesta, Amos en botón hace lo propio, ciega chica completa y yo de ciega grande golpeo la mesa con 95, cargado de ilusiones pero con las siempre efectivas amenazas de muerte correspondientes al croupier de turno.
J65. Puta que lo parió. Mordí los dientes, pero me dije a mí mismo que esta basura ya se había convertido en par simple, podría estar peor, tranquilo luquitas. Cerca de 80.000 en pozo con antes y todos damos Check, inclusive el que será villano dentro de poco. 9 , ¡¿Qué pasó aca?!, se ha cantado Bingo. Separo la propina y paso un vez más, esperando que Mario haya limpeado con algo más que ganas de meter color con sus conectores pequeños. Después de una verdadera deliberación opta por el va, pero la acción le llega a Amos y dice 40.000 con un stack total de 220.000. Elevo a 120.000 (jueeeerte) y en retrospectiva podría haber dicho all in, pero no lo hagamos tan largo. En mi corta experiencia con el chileno este demostró una tendencia a ir jugado cuando está ganando en este tipo de boards cargando a los draws (tengo fresca la mano contra Gustavo Morales en la que ch/raisea all in sobre -Ad- -Kd- 2 -Kc- con A10 ante la apuesta del profesor, quién creyó que este tipo de manos solo pagarían pues rara vez al recibir el call están por arriba y decidió vestirse de héroe con su Q9). Mi esperanza era que dada mi imagen enfermiza hiciese all in con Q9-K9-A9, pues dudo que una jota se hubiese dado el lujo de checkear ese pot con posición y tanto dinero adentro. Amos optó por pagar, por lo que en mi mente en el river sólo debo esquivar proyectos que se dejaron atrás la módica suma de 100.000, ¿pero qué tipo de draw?: Imagino que picas con algún tipo de over empujarían flop estando al 43% mínimo e iniciativa más un pozo enorme. La cuarta abre un redraw a corazones que puede contener muchos monster que no habrían apostado flop y adquieren potencialidad en turn, por lo que me inclino a la segunda opción. El river trae una carta peor en apariencia de lo que es, pues el 6 hace que me guarde en el bolsillo la propina y mis dobles se vean más tristes, pero repitiendo un poco, no muchas jotas deberían darse el lujo de checkear y dejar meter a ocho cartas en un pot de ese tamaño, además de la tendencia a empujar valor de showdown ya explicada tanto con top como second par. Checkeo entonces para atrapar posibles bluffs de corazones por un súper buen precio al que nunca foldearía (1/3 de bote) pero nunca sabemos si nuestro oponente lo sabe o no. Me choco entonces contra Q7 que decidió comprar una carta y un over gratis pero cambió la línea en turn cuando empeoró su equity, con la ventaja de disfrazar su proyecto, quizás acertada a mi parecer de tener más stack, si bien sus odds no son del todo malas al turn.
En fin, siendo ésta una mano de la que no hablé aún con el beneficiado pues cuando me retiré seguía a los bombazos limpios, procedo a contarles que Amos Ben, mi némesis de turno, es un maldito fenómeno y le perdono haberme casi eliminado del torneo y mucho más, pues el susodicho es parte de mi religión (soy politeísta) desde que salvó mi vida en el último LAPT de Punta del Este. Rápidamente: Resulta que perdí faltando cinco para la burbuja después de extensas horas de juego y me fui como la antorcha de los cuatro fantásticos a la casa del terror, donde habitaban cerca de 10 gamblers argentos. Allí descubrí que -el para el Poker- temido y talentoso RobertFripp2 era una caramelito épico al truco, al que le gané todo el alcohol de la noche, y ganas de ahogar penas sobraban. Horas después, encontrábame tirado en alguna calle de Uruguay cuando este buen samaritano -sin conocerme, Amos no Robert, el segundo estaba igual o peor que yo- se acercó y me llevó hasta la puerta de mi habitación en el hotel, donde él no se hospedaba (me contó al otro día, por supuesto). Me desperté durmiendo dentro de una valija, se ve que largué en el camino hacia la cama. Perdí el documento, mis lentes y por supuesto, dinero. A cambio conocí a un hombre de gran corazón, totalmente desinteresado y merecidamente cargado de halagos y elogios siempre que se lo menciona (además de contar con lo que debe ser un récord acá en argentina hablando de lo que nos compete, con excelentísimos resultados cada vez que cruzó el charco). Un abrazo grande para él y fuerzas para todos mis queridos y conocidos que buscan hacer historia en el país vecino, a modo de cierre la canción que le compartí al gran Amos ni bien aceptó mi solicitud de amistad.
*
¿Quieres enterarte primero de todo lo que sucede en el mundo del poker? CodigoPoker te brinda la mejor información minuto a minuto en tu social media.
Síguenos en
X,
Facebook,
Instagram,
Youtube o
Twitch