Se miran a los ojos. Se sonríen. Las miradas son cómplices. Incrédulas, también. Es que es una situación particular y ellos, por supuesto, lo saben. Iván Lucá y María Constanza Lampropulos -o Negriin o Connie, como más les guste- están sentados en la misma mesa y jugando un heads-up, que seguramente no es el primero pero éste, a diferencia de otros, no es en la mesa del living sino en la televisada del Main Event del Eureka Poker Tour en República Checa .

La ternura de los novios

Allí, esta feliz pareja llegó por mérito propio. Como un guiño del destino, ellos cuentan que este torneo no estaba en sus planes pero que la gira por Europa lo ameritaba y se lanzaron. Y miren lo que lograron: hacer el 1-2 en un torneo muy exigente, un 1-2 que los puso en boca de todos: el novio le ganó a la novia.

«Es algo muy sick, muy difícil, algo que posiblemente no podamos volver a repetir», explica Negriin en una charla exclusiva con CodigoPoker desde Rozvadov, donde hace apenas un rato se llevó €101.186 tras haber llegado -por supuesto- a un deal que le dejaron a Connie €95.404.

«Fue una situción particular para todos», sigue Negriin con la explicación. «En mi caso, los jugadores ya me conocían, había cierto respeto; y Connie se hizo conocer y se lo ganó también… No fue una sorpresa que hayamos entrado a la mesa final primero y tercero, respectivamenre», asegura Lucá, orgulloso tanto de su logro como del de su compañera.

«Obviamente que tuvimos todos los ojos encima, es una situación muy dificil… No queríamos eliminarnos entre nosotros pero trtamos de jugar de la manera más justa posible y hacer el juego lo más natural… Tuvimos los ojos encima no sólo de los jugadores sino del director, del floor y de PokerStars, pero no hicimos nada mal», asegura el argentino.

«Estoy súper, súper feliz, muy pero muy contenta. Realmente fue sumamente complicado», cuenta Connie, que está al lado de Lucá y también se suma a la charla. «Iván es un jugador muy agresivo, que no te foldea nada, que quiere jugar todas las manos. Sé que es un jugador muy superior a mí, si hubiese sido otro con esas características tampoco me convenía enfrentarme a un jugador así. Me ubiqué en el lugar que me correspondía y por suerte salió todo muy bien», analiza. «Es algo que probablemente nunca se repita, pero aunque haya sucedido una vez, estamos sumamente satisfechos«, cierra Lamrpopulos.

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