La noche del último sábado fijaba una atractiva cita para la élite del poker ecuatoriano, pues se disputaba en Quito la sesión correspondiente al Día 1C del Revolution 20k, torneo convocado por el profesional Carlos Ordóñez (conocido como ‘El Chamo’ entre amigos y compañeros de mesas) como evento de apertura de la temporada 2018 en el país de la mitad del mundo. Todo transcurría en completa normalidad, con buena asistencia y alta exigencia en las mesas, cuando un grupo de unos 50 efectivos de la Policía irrumpió en el recinto en que se llevaba a cabo la velada para iniciar un operativo que culminó con la suspensión de la competencia y la posterior detención de su organizador, además del decomiso del dinero recaudado aquella noche, que debía sumarse al pozo de premios del certamen. Los policiales se presentaron poco después de las 11 pm , cuando recién se había cerrado el período de registro para los competidores.

Carlos Ordóñez, organizador del Revolution 20k

Como es bien sabido, en Ecuador hay restricción de operación para casinos, salas de juego y todo tipo de establecimientos que se lucren de los llamados juegos de azar. Sin embargo, al tratarse de un torneo de poker, disciplina que ya es reconocida como deporte mental en muchos países del mundo, tanto la organización como los participantes del Revolution 20k esperaban que las autoridades permitieran el normal desarrollo de la competencia. De hecho, la convocatoria para tomar parte de este certamen fue completamente abierta, con amplia difusión a través de redes sociales, entre las que se cuenta la página de facebook ‘SharkTV’, en la que la comunidad ecuatoriana del poker publicita las actividades que hacen parte de su agenda.

Según se conoció a través de publicaciones hechas por asistentes al evento y personas cercanas a los organizadores, en medios como Twitter y Facebook, la escena del operativo policial desarrollado contra el Revolution 20k fue prácticamente digna de un dispositivo contra la mafia, sin justificación alguna cuando el espacio en el que se adelantaba el torneo no permitía ni siquiera la venta o el consumo de bebidas alcohólicas. Bryan Ponce , jugador profesional de poker y abogado de oficio, quien tomó parte del evento luego de su gran actuación en el Main Event de la PokerStars Caribbean Adventure (PCA), que concluyó en días recientes en Bahamas, dio testimonio de los abusos policiales en el procedimiento: «Nos trataron como a delincuentes. Nos pusieron contra la pared; dijeron que nos iban a registrar a todos hasta encontrar drogas. Había incluso algunos policías encapuchados. Parecía un operativo dirigido contra delincuentes de alto nivel, la verdad», declaró el grinder, con inevitable indignación.

Algunos policías del GIR cubrían sus rostros

Para la realización de este torneo, que ofreció un garantizado inicial de 20.000 dólares, pero arrimaba ya a una recaudación de 29.000 americanos, Carlos Ordóñez había llegado a un acuerdo contractual con la empresa Quito Turismo, para el alquiler del Centro de Convenciones de Quito , según detalló Bryan Ponce en su conversación con nuestra redacción. Se trata de una entidad pública, que tuvo conocimiento previo de que el local sería utilizado para un campeonato de un deporte mental, por lo cual las acusaciones de operación clandestina de un casino carecen de fundamento real.

Sin embargo, sin atender a explicaciones, en las que Ponce y otros participantes del 20k Revolution que tienen conocimiento del derecho, intentaron mostrar las diferencias entre el poker y los juegos de casino tradicionales; los efectivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), una fuerza especializada de la Policía ecuatoriana, ejecutaron el procedimiento descrito por nuestra fuente, bajo la orientación de un fiscal que señaló la realización del torneo como ilegal, enunciando las acusaciones que dejamos descritas en el párrafo anterior.

Más allá de la arbitrariedad cometida por la autoridad, los jugadores quedaron consternados con el extremismo del procedimiento de los policiales, que incluso desencadenó reacciones de temor y pánico entre el personal de logística del evento: «Algunas de las chicas que estaban trabajando como dealers en las mesas terminaron llorando, no solo por la forma en que los policías se dirigieron a nosotros y por el trato que nos dieron, sino también por el temor de perder sus salarios y el empleo que necesitan para obtener el sustento», puntualizó Ponce.

El organizador estuvo detenido hasta comparecer en una audiencia este domingo, al final de la cual, su defensa logró que se le dejara en libertad condicional, con prohibición para salir del país y obligado a pagar una multa de 3.800 dólares, además de que tendrá que continuar compareciendo ante las autoridades en la investigación que seguirá en desarrollo. Como fecha de juicio de su caso, se ha fijado el 1º de febrero y del veredicto que se le dictamine, depende la decisión que se tomará respecto al dinero y los bienes confiscados a la organización del cancelado Revolution 20k.

Ponce se mostró indignado con lo sucedido

Profundizando un poco en el diálogo con Ponce, y acorde a comentarios que se dieron en los diferentes foros y redes sociales que convocan a los practicantes del poker en Ecuador, se piensa que la acción tomada por la Fiscalía fue orientada por un denunciante que tendría que ver con la misma comunidad cercana a esta disciplina. «El mismo fiscal dijo que hubo una denuncia formal, en la que una persona se acercó a esa entidad a informar que se estaba realizando este evento. La comunidad del poker en el país no es muy grande, así que para manejar esta información tuvo que tratarse de alguien que tiene conocimiento del medio. Esto ha causado mucha indignación entre la gente del poker en el país y los indicios que se tienen hacen que muchas personas reaccionen incluso con expresiones algo subidas de tono, como que quisieran dar con los ‘sapos’ que dieron la información», analizó Bryan, con la misma lógica que aborda los spots en las mesas.

Pero hay también reacciones más constructivas y esperanzadoras frente a lo sucedido. Los practicantes más reconocidos del poker en Ecuador han hecho un llamado a tomar la situación como el punto de partida para una organización definitiva de su agremiación, en procura de que esta disciplina sea vista como deporte mental. En ese sentido, y teniendo en cuenta un antecedente similar que ocurrió hace más de un año con otro torneo en Guayaquil , Ponce acusó una «persecución de las autoridades a la práctica del poker», la cual considera «está basada en la ignorancia y el desconocimiento que ellas tienen, y a la estigmatización social que impide al común de las personas reconocer la naturaleza de «juego mental y de análisis», que tiene por esencia el juego ciencia del siglo XXI.

Como mensaje final, Ponce expresó su solidaridad a Carlos Ordóñez, de quien dijo que «cuenta con el apoyo de toda la comunidad del poker de Ecuador«, algo que se evidencia al ver las reacciones que la situación ha generado en los medios electrónicos. Bryan también se refirió a la situación como «una oportunidad para levantar la bandera del poker ecuatoriano y no bajar la cabeza, sino tratar de tener todas las garantías necesarias para la realización de próximos eventos, como la competencia que se avecina en la ciudad de Manta«, según contó en diálogo extenso que pronto publicaremos.