La comunidad del poker está de luto para despedir a uno de sus miembros. Este martes se confirmó que Perry Friedman falleció a los 55 años después de una valiente lucha contra el cáncer. Conocido por su carisma y habilidades en las mesas, Friedman dejó una marca imborrable.

• VER TAMBIÉN
  La evolución del poker: una mano entre Stu Ungar y Doyle Brunson lo demuestra

Friedman se destacó como ganador de un brazalete en la WSOP 2002 y fue uno de los cerebros detrás de un destacado grupo estadounidense llamado «Tiltboys» además de haber sido empleado de Full Tilt Poker durante la era dorada del poker online. Su repentina partida fue confirmada en Twitter por su hermano, lo que generó una ola de homenajes por parte de la comunidad.

Perry Friedman fue un grinder que le daba alegría a sus mesas. Según HendonMob, logró ganar cerca de US$1M en torneos en vivo.

Phil Hellmuth , una leyenda del poker, expresó su pesar en redes sociales: «¡Horrible noticia! Perry era un tipo fantástico en todos los sentidos, siempre sonriendo, bromeando y contagiando a todos en la mesa con su risa. Disfruté cada minuto que pasé en las mesas con él. Descansa en paz, Perry».

Daniel Negreanu también habló y recordó a Friedman como una «luz inspiradora» al elogiar no sólo su creatividad y sombreros peculiares, sino también su sonrisa contagiosa y su habilidad para hacer felices a quienes lo rodeaban.

Allen Kessler , otro miembro destacado de la comunidad, compartió su pesar: «Descansa en paz, Perry Friedman. Siempre era divertido cuando estabas en mi mesa».

Hellmuth y Negreanu despidieron a Perry.

La partida de Perry Friedman deja un vacío profundo en el corazón de la comunidad del poker, en especial la estadounidense, que lo recordará no sólo como un talentoso jugador sino también como un ser humano excepcional que dejó un impacto positivo en todos los que lo conocieron.

Una historia de Perry Friedman

Al enterarse de su fallecimiento, el grinder Chris Hanel compartió una anécdota en su cuenta de Twitter (@ChrisHanel), que captura el tipo bromista que era Perry.

«Aunque no lo veo desde hace mucho, aún puedo escuchar sus bromas y risas desde tres oficinas más allá. Tengo que compartir una historia sobre cómo me la hizo en mi primer día de trabajo. Cuando fui contratado en Full Tilt, era el primer ‘Experto en Poker’ – específicamente para investigar trampas y colusión. Estuve emocionado con este título laboral durante exactamente diez minutos.

¿Por qué? Bueno, porque casi todos en la oficina jugaban al poker, y luego estaban personas como Perry, Howard Lederer y Chris Ferguson, que estaban en la oficina casi todos los días. Tener ‘Experto en Poker’ como título era como poner un gran objetivo en tu espalda.

Así que después de pasar mi primer día entrenando, me invitaron de inmediato al juego semanal de poker de la oficina y mi jefe, con una gran sonrisa en su rostro, le dijo a la mesa: «Este es Chris, es nuestro Experto en Poker». Quejas y risas de toda la mesa. Oh Dios, aquí vamos. Me senté al lado de Perry, y de inmediato conectamos. Era inquisitivo, inteligente, más rápido que cualquiera con una broma, y la estaba pasando genial. Sabía que era uno de los Tiltboys y trataba de no fanbolear demasiado. Pero lentamente, con el tiempo, empecé a relajarme.

Sin embargo, estaba jugando bien, y las bromas sobre el ‘experto en poker’ seguían llegando, y sentía que necesitaba lucirme un poco. Perry y otra persona estaban hablando de palabras extrañas, como palabras con tres dobles letras, etc. Y un dato aleatorio saltó en mi cabeza.

«Sabes, Perry…», dije, un poco demasiado confiado. «La única palabra común en inglés que utiliza todas las cinco vocales una vez es ‘sequoia'».

Los ojos de Perry SE ILUMINARON. Debería haberlo visto como una advertencia.

«No te creo. Creo que estás equivocado», dijo Perry. Yo, sin querer retroceder, me mantuve firme. «¡No, es verdad! ¡La única palabra común!»

Perry fue al ataque. «Te apuesto 10 dólares a que estás equivocado».

Yo, sin pensar: «Trato».

Perry, con las manos en alto: «¡SECUOIAS!»

La mesa estalló en aplausos y risas. Me puse rojo como un tomate y entregué mis diez dólares, pero no antes de compartir una risa con Perry.

Este sería lejos el último dinero que perdí ante ese hombre, pero nunca se sintió como una derrota.

¡Descansa en paz, Perry!