Esta semana se vivió una intensa discusión entre la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman , y el conocido reportero de CNN, Anderson Cooper , en su espacio de entrevistas sobre la reapertura de los casinos durante la pandemia del COVID-19.

Las polémicas declaraciones comenzaron cuando Goodman hizo el llamado a que se reabrieran los casinos y demás negocios no esenciales; además propuso que tanto Las Vegas como sus ciudadanos podrían servir como un caso de prueba o grupo de control para medir el impacto real de la pandemia. Los comentarios fueron catalogados de «imprudentes y peligrosos» por parte del conductor de la cadena televisiva.

La entrevista, de unos 23 minutos, se calentó todavía un poco más cuando la funcionaria afirmó que enfermedades como el coronavirus siempre han existido y que tener dicho grupo de control podría servir para medir y demostrar cómo se puede volver a la vida cotidiana. Incluso agregó que se podría usar una especia de «placebo» entre los ciudadanos.

«Sé que cuando tienes una enfermedad, tienes un placebo que obtiene al mezclar agua y el azúcar, y luego están los que realmente reciben la vacuna. Nos encantaría estar del lado del placebo para que tengas algo contra lo que medirte».

Estas declaraciones parecieran ser más bien una lucha política, pues Goodman, quien representa un partido independiente, ha estado continuamente en contra de las medidas impuesta por el gobernado de Nevada, Steve Sisolak , perteneciente al partido Demócrata.

«Esto no es China, es Las Vegas», disparó Goodman.

En ese sentido, distintos funcionarios también salieron a criticar a la alcaldesa como el concejal de la ciudad, Brian Knudsen , que aseguró que «ella no habla por todos nosotros».

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