El Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Departamento de Seguridad Nacional del país continúan su cruzada personal contra los sitios de poker y apuestas. La semana comenzó con la noticia de la confiscación del dominio Bodog.com por parte de las autoridades estadounidenses a pesar de que era un dominio que no estaba en uso desde hacía ya más de un año. Precisamente por el Black Friday, Bodog cambió sus operaciones a Bodog.eu y consiguió una nueva licencia para seguir en el mercado.

Bodog dejó de operar en Estados Unidos en diciembre del año pasado y precisamente fue por esta razón que el fundador de la empresa, Calvin Ayre, se viera sorprendido por la acción puesto que aseguró «Bodog trabaja en el mercado fuera de Estados Unidos y el dominio Bodog no se encuentra entre nuestras operaciones actuales».

Sin embargo, el asunto tomó ayer un tono más serio puesto que el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una acusación contra Ayre y tres individuos más, James Philip, David Ferguson y Derrick Maloney, todos involucrados en Bodog, por llevar a cabo actividades de apuestas ilegales, fraude y lavado de dinero.

Los abogados aseguran que Bodog utilizó procesadores de pagos en Suiza, Inglaterra y Malta para transferir al menos cien millones de dólares a jugadores en Maryland y otros lugares de Estados Unidos. «Las apuestas deportivas son ilegales en Maryland y la ley federal prohíbe que las casas de apuestas se salten esta norma sólo por que están ubicados en otro país», declaró un abogado del Estado.

De ser encontrado culpable, Ayre se enfrentaría a cinco años de prisión por la operación de apuestas ilegales y hasta veinte años por el tema del lavado de dinero.