El poker en vivo en Caracas está creciendo a pesar de la pandemia, eso sí, no de manera legal ni menos segura, tal como señala el periodista Alex Vásquez, quien publicó un interesante reportaje sobre el poker clandestino en la capital venezolana en el sitio Bloomberg.com.

Hoy, dicha ciudad se ha convertido en la nueva meca del poker fuera de toda ley, como cuenta Vásquez, quien se infiltró en uno de los clubes de la ciudad para investigar el tema. El periodista narra que de partida el gerente le reveló cómo incluso hay colas para sentarse en las mesas: «cosas nunca antes vistas, antes de la pandemia». 

Según la investigación de Bloomber hay media docena de clubes clandestinos en Caracas.

Es que jugar poker en línea con la situación socio política actual que vive la nación es una odisea. La conexión es tan inestable que ni siquiera los más ricos tienen suficiente para jugar virtualmente. Entonces, aquí es que el poker en vivo se convierte prácticamente en la única forma para poder jugar en la era del Coronavirus.

Tal como señala el reportaje, el salario mínimo en Venezuela es casi treinta veces menor que el ante de US$50 de la mesa donde 10 personas juegan Omaha  y que Vásquez mira mientras habla con el gerente del club, quien revela que no es raro que alguien pierda hasta 15.000 dólares en la noche .

La investigación señala que hay media docena de clubes de poker clandestinos, algunos -al menos eso dice Vásquez- controlados por los colectivos, bandas armadas leales al presidente Nicolás Maduro .

Ante esta situación tan dramática que vive el pais ¿qué tipo de gente hay en las mesas? Vásquez dio un relato lúcido de lo que vio mientras visitaba uno de los clubes de poker clandestinos: “Había un chico de diecinueve años con una sudadera negra que nunca se quitó las gafas de sol. Un joven de ochenta y cinco años con máscara y protector facial, que sudaba profusamente. Una mujer de 65 años y llena de anillos en todos sus dedos, que fumaba furiosamente mientras tomaba café negro.»

Al parecer el Coronavirus pasó a segundo plano en este lugar y la mascarilla es una mera formalidad. “Muchos se los quitaron jugando y no noté ningún distanciamiento social”, explica Vásquez. «Había un dispensador de desinfectante líquido, pero casi todos lo ignoraron» . En resumen, nadie «parecía preocupado por enfermarse» .

• El rake y misterioso interés avalado por la policía

El rake que vio Vásquez en las mesas fue de 5% por pozo. No sólo eso, también vio a un tipo fornido paseándose por las mesas dispuesto a prestar dinero a quién lo quisiera, eso sí, con un interés que daba miedo.

“Como en Las Vegas , había bebidas gratis: no solo ron, sino también Pepsi, whisky, cerveza. Y si el juego se volvía intenso, llegaban mujeres en jeans ajustados y tacones de aguja, dispuestas a dar masajes gratis ” .

Todo ello bajo la aprobación policial. “Dos semanas después de mi visita, escuché nuevamente al dueño del lugar. Se había convertido en un antiguo club nocturno con paredes negras y luces de neón verdes en el techo. Y un nuevo servicio de protección: dos policías, aparcados fuera.»

Revisa la investigación original de Bloomberg en el siguiente LINK.