El turismo ha sido el más afectado por las consecuencias de la pandemia del COVID-19 ya que se vio en la obligación de tener que reducir sus actividades casi al 100%. Dentro del sector, las aerolíneas, los cruceros y los casinos han sido los que han sufrido mayor pérdida, no solo de sus ingresos diarios sino en una caída de sus acciones que cotizan en la bolsa.

Según datos de las Organización de las Naciones Unidos, mediante su brazo de la Organización Mundial del Turismo (OMT) que fomenta dicha actividad como un factor sustentable de la economía, el 72% de destinos de viaje en el mundo han detenido por completo el turismo internacional, mientras que el 25% de estos han tenido vigentes los cercos sanitarios durante al menos tres meses.

Todo esto ha hecho que el tráfico aéreo se reduzca de manera drástica, lo que llevó incluso a algunas compañías a declararse en bancarrota. En cuanto a los cruceros, el panorama no es muy distinto: algunos trayectos tuvieron que pasar por extensos períodos de cuarentena al reportar contagios abordo.

La actividad de los casinos fue una de las primeras en verse completamente mermada. Desde Macao, pasando por Europa hasta llegar a Las Vegas y América Latina, toda la actividad de juego cerró sus puertas y generó una gran cantidad de desempleo.

Las acciones de muchos resorts mundiales han reportado a lo largo de estos meses una caída impresionante. El operador Las Vegas Sands (NYSE:LVS), con presencia en China  al tener propiedades en la capital del juego de azar en oriente, reportó pérdidas financieras netas por 51 millones de dólares en el primer trimestre del año, un desplome nunca visto en 70 años de operación, según datos recogidos en Investing.com.

El Wynn Resorts (NASDAQ:WYNN), en tanto, reportó una caída de 42.3% en sus ingresos de enero a marzo frente a los mil 650 millones de dólares en el mismo periodo de 2019. Ambas empresas, LVS y WYNN, ha tenido pérdidas de más de 33.4% y 43.4%, respectivamente, en lo que va del año.