En cuentagotas y con restricciones, la industria del juego vuelve a tomar un poco de oxígeno en Estados Unidos , pese a que el coronavirus no está controlado ni mucho menos. Los tres casinos comerciales de Michigan, todos ubicados en Detroit, desde este miércoles pueden volver a abrir. MotorCity lo hizo a las 10 y Greektown lo haría a las 14 horas, mientras que el MGM Grand Detroit esperará al viernes para hacerlo.
Después de un cierre de casi cinco meses, el gobernador Gretchen Whitmer emitió una orden ejecutiva la semana pasada que permitirá que las instalaciones que operan con el juego puedan reabrir pero con varias restricciones para ayudar a prevenir la propagación del Covid-19.
Según la orden, los casinos se verán obligados a operar al 15% de la capacidad total. Cuando Nevada reabrió los suyos, el gobernador Steve Sisolak restringió la capacidad operativa al 50%, mientras que el gobernador Phil Murphy lo hizo en Atlantic City al 25%. La restricción de capacidad de Whitmer es la más estricta del país.
Junto con la presencia limitada, los casinos deben exigir a los huéspedes que se cubran la cara mientras están dentro del recinto y se verán obligados a cumplir un protocolo de evaluación antes de ingresar. Este incluirá controles de temperatura para garantizar que nadie con síntomas similares a la gripe pueda entrar.
Al comienzo del proceso de reapertura, el poker no será una opciónpara los jugadores. Las mismas medidas se tomaron en Massachusetts y muchos casinos en Las Vegas aún no han reabierto sus mesas.
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