El inicio de año siempre representa una gran ilusión para todos los amantes del poker quienes esperamos noticias de nuevos torneos. Sin embargo, como explicamos hace unos días en una primera entrega, la historia del poker en México  suele ser complicada.

Diversos factores que van desde lo político, pasando por la preparación hasta lo social hacen que la organización de torneos sea una tarea díficil de lograr. De paso, los operativos realizados por la Secretaría de Gobernación a finales del año pasado, e incluso algunos en este 2016, no han ayudado en lo más mínimo.

El boom tapatío

La ciudad de Guadalajara vivió uno de los momentos más importantes del poker en territorio nacional. Pasó de organizar un torneo de cien mil pesos garantizados a albergar de manera regular eventos de un millón de pesos garantizados en tan sólo un par de meses.

La afluencia de jugadores fue enorme, por lo que la organización tuvo que crecer a pasos agigantados para poder cubrir las necesidades de los jugadores. Fue necesario comprar más mesas, los dealers mejoraron notablemente y además se convirtieron en un referente para los futuros torneos en el país.

Apenas había terminado un torneo, los jugadores se preguntaban cuándo se realizaría el siguiente, todo mientras que las mesas de cash parecían no descansar.

La caída

El principal problema que enfrentó la Perla Tapatía fue un crecimiento desmedido en cuanto a ofertas de torneos y mesas de juego. Durante el 2015, en el lapso de una semana se podían jugar alrededor de once torneos, algo que fue mermando la economía del jugador.

Por si esto fuera poco, el último torneo de proporciones importantes realizado en la capital de Jalisco sufrió de hecho que afecta en general a todo el país: un grupo armado realizó bloqueos en toda la ciudad, situación que al menos generó preocupación entre los jugadores que se encontraban disputando el torneo.

Encima, el casino sede de los eventos tapatíos más importantes cerró por una remodelación de la plaza donde se encontraba. Hasta el momento aún es incierto si la plaza comercial tiene contemplado al casino como parte de su nueva estructura la cual contará con un Hotel W.

La actualidad

Guadalajara no ha logrado, hasta el momento, levantarse del golpe recibido meses antes. Si bien cuenta con mesas de cash, las mismas han batallado para ser constantes.

Enrique Alfaro

De la misma manera los torneos han bajado considerablemente sus garantizados, además de que varios de ellos han implementado medidas para atraer a los clientes que llaman la atención. Algunos ofrecen entradas muy económicas a sus torneos mientras que otros dan a sus jugadores clasificados la posibilidad de vender sus stacks a otros jugadores que quieran entrar directamente al Día 2.

La Perla Tapatía también fue una de las entidades que tuvo cambio de gobierno. Por su parte, el alcalde Enrique Alfaro anunció que aumentará el impuesto por los permisos a casinos en un 20% a partir de este año, situación que podría frenar todavía más el interés de los casinos por realizar torneos grandes.

Para la próxima entrega analizaremos la situación del Distrito Federal, un lugar donde hay mucho poker pero que ha enfrentado múltiples problemas para realizar torneos de manera adecuada.