BRAZILIAN SERIES OF POKER
Para el infarto: la mano por US$600.000 que sacudió al BSOP Millions
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Después de más de seis años de idas y vueltas, el caso judicial entre el jugador Phil Ivey y el casino Borgata en Atlantic City, uno de los mayores escándalos del poker mundial, parece que está llegando a su fin.
Según el último informe judicial presentado esta semana en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos, ambas partes involucradas han llegado a un acuerdo con relación a la acusación derivada de un juego de baccarat de high stakes que sucedió en 2012, cuando Phil ganó casi US$10 millones utilizando un polémico método llamado Edge Sorting.
A lo largo de todo el caso, tanto Ivey como su compañera de juego Cheung Yin han sido los favoritos para ganar el caso. Los últimos argumentos orales se escucharon en septiembre del 2019 en lo que fue catalogado como un pésimo día para el Borgata, sin embrago el casino ha buscado una alianza con otros pares y festivales en los que el jugador ha participado para tratar de congelar sus ganancias.
Según la presentación judicial, las partes buscan «una suspensión de estos procedimientos de apelación y una devolución parcial al Tribunal de Distrito. Las Partes participaron en el programa de mediación y ahora han llegado a un acuerdo».
Los casi 10 años de pelea han generado efectos negativos para ambos, es por ello que no es de extrañar que busquen colocar un punto final a la situación. Por un lado, Ivey se ha enfrentado a algunas críticas públicas por la supuesta trampa de la que se lo acusa, mientras que el Borgata ha enfrentado una reprimenda más fuerte de la comunidad de juego.
A pesar de esta noticia de un mutuo acuerdo no se han revelado los detalles del mismo que supondrían o bien que el jugador acordó devolver alguna de las ganancias o el casino tiró la toalla.