Quizás varios recuerden el desafío entre los hermanos Jaime y Matt Staples  contra Bill Perkins , que comenzó hace algunos años, conocido como Ultimate Sweat. Ya han pasado casi cinco años desde que hicieron la apuesta. Si bien los Staples ganaron el desafío, hace muy poco tiempo Jaime subió un video a sus redes explicando por qué se arrepiente de haberlo aceptado.

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El desafío Ultimate Sweat consistía en algo muy claro: Jaime Staples, quien al comienzo del challenge pesaba 300 libras (unos 135 kilogramos), debía adelgazar hasta pesar lo mismo que su hermano, quien en ese momento estaba en 134 libras (poco más de 60 kilogramos).

Jaime Staples bastante antes del Ultimate Sweat Challenge.

Ultimate Sweat Challenge

La diferencia de peso entre ambos hermanos siempre fue notoria. Incluso solían hablar del tema con sus seguidores en el chat de streaming. Por eso cuando Bill Perkins los invitó a su barco llamado The Streamboat y les propuso el challenge, allá por el 2017, ninguno de los dos dudó en aceptar. Las odds eran: si fallaban en el intento, debían pagarle US$3.000 a Perkins. En cambio, si lograban pesar lo mismo al término de un año, Perkins les pagaría US$150.000. Con números tan a su favor, los hermanos aceptaron. Incluso si perdían, lograrían que Jaime bajara de peso considerablemente.

Así fue que se pusieron manos a la obra inmediatamente, comenzando con una dieta muy restrictiva para Jaime, mientras que Matt aumentaba su consumo de calorías, combinándolo con una rutina de ejercicios para ganar masa muscular. La idea no era que Jaime bajara hasta pesar 60 kilos, sino poder encontrarse en algún punto medio.

Los hermanos Staples solían hacer streamings juntos y les iba bastante bien.

Finalmente, el 25 de marzo de 2018, los hermanos ganaron la apuesta. Jaime Staples logró bajar hasta los 85,5 kilogramos. Matt Staples, quien se dedicó a comer muchísimo y ganar masa muscular, pudo alcanzarlo. Y así fue como los hermanos ganaron los US$150.000.

Tras ver el increíble cambio en el físico de Jaime, la comunidad no paró de felicitarlo por lo que había logrado. Los hermanos se sentían imbatibles, por lo que aceptaron una segunda apuesta.

El desafío que desató los problemas

Después de varios meses disfrutando lo logrado, llegó una segunda apuesta. Esta consistía en que ambos hermanos debían disminuir su grasa corporal hasta por debajo del 10%. Esta vez, las odds eran US$50.000 si perdían y, de nuevo, US$150.000 si ganaban. Su confianza era tan grande que casi ni lo pensaron y aceptaron de inmediato, pensando en que podrían hacer historia si lo lograban.

Jaime Staples no sólo es un jugador de poker exitoso, sino que es un streamer con una gran comunidad.

Los meses pasaron y Jaime Staples no notaba grandes cambios. Se hizo un estudio y descubrió que, a pesar de estar entrenando seis días a la semana, su masa muscular no aumentaba. Fue entonces cuando se dio cuenta de que algo andaba mal y de que perdería la apuesta. Pero la presión del entorno y de la escena era tal, que los hermanos decidieron no bajarse del desafío, sino continuar hasta el final… y perder.

Jaime comenzó a sentir cada vez más dolor y ansiedad y, cuando el desafío finalmente terminó, los desórdenes alimenticios volvieron.

La crisis de Jaime Stamples

A partir de este segundo desafío, la vida de Jaime Stamples se vio sumida en el caos. Al pasar de la completa restricción a la completa libertad, sus malos hábitos alimenticios no tardaron en aparecer. Pero eso no fue lo peor.

En 2019, tras haber estado oculto de la escena, debido a la vergüenza y culpa que sentía por haber cambiado físicamente otra vez, Jaime viajó a Bahamas  para disputar el PokerStars Players Championship. En ese entonces, Jaime representaba a la marca y el viaje era más un compromiso comercial que otra cosa.

Jaime Staples y su esposa Rebecca Hardisty comiendo comida india antes del traumático episodio.

La noche antes de comenzar el evento, Jaime, junto a su esposa Rebecca Hardisty , fueron a comer a un restaurante de comida india. Lamentablemente, Jaime terminó la noche en la sala de emergencias. Sus síntomas eran una mezcla entre una reacción alérgica y un ataque de pánico, todo al mismo tiempo. Al día siguiente, mientras disputaba el torneo, Jaime empezó a sufrir síntomas de un ataque al corazón y tuvo que ser ingresado nuevamente al hospital, abandonando el evento en plena acción.

Diagnóstico y proceso de recuperación

Luego, en una entrevista, diría que ese episodio resultó traumático para él. Incluso lo trató en terapia y hasta el día de hoy no logra superarlo del todo. Al volver de ese viaje, Jaime comenzó a restringir todas sus comidas por miedo a que le suceda otra vez. Al comer solo pollo, carne, arroz, papas y nachos, su salud se deterioró aún más y hasta comenzó a perder el cabello.

Gracias a los médicos del un centro especializado en Montreal, pudo descubrir que sufre de Trastorno Evitativo Restrictivo de la Ingesta de Alimentos. Junto a un grupo de especialistas, comenzó a probar diferentes comidas en pequeñas cantidades para ver cómo las asimila su cuerpo y si las puede incorporar a su dieta. Pero su condición es tan particular que incluso ha llegado a descomponerse con comidas que antes consumía regularmente y sin problemas.

El apoyo de su esposa ha sido de vital importancia para afrontar sus problemas de salud.

El simple hecho de comer le generaba estrés y debía estar en constante estado de alerta. Sin embargo, gracias a la ayuda de profesionales y al apoyo incondicional de su esposa, lentamente está saliendo adelante. Actualmente, su dieta incluye 40 ítems distintos que puede comer tranquilamente. Incluso hace muy poco volvió a probar las hamburguesas y no tuvo problemas. A pesar de todo lo que ha sufrido, se lo vio optimista en su último video. «Simplemente lleva tiempo. Todos tienen sus cosas, esta es la mía.»

Algo muy importante que Jaime menciona en este video subido recientemente, en el que habla de todo este asunto, es que notó que en la clínica donde se atiende la mayoría de las pacientes son mujeres. Esto lo ha llevado a pensar que los hombres tardan mucho más tiempo en pedir ayuda y, cuando lo hacen, probablemente los problemas ya están avanzados. Con su historia, espera poder inspirar a otros de su condición a buscar ayuda de inmediato, además de dar un mensaje de esperanza a todos los que experimentan problemas con su alimentación.