El lunes finalizó la apuesta entre Rich Alati y Rory Young . Si bien todavía faltaba un tercio del desafío, Young decidió que era suficiente para él y acordaron terminarla por US$62.400 más los gastos incurridos. Por lo tanto, desde el lunes Rich volvió a la civilización después de haber estado 20 días encerrado en un baño a oscuras, sin contacto con el mundo exterior.

Young y Alati, aquí fuera del oscuro baño

Rápidamente, la propbet se convirtió en una de las más populares (y cuestionadas) en la historia del poker mundial. Recordemos algunas de las reglas básicas que tuvo:

• La puerta debía permanecer sin traba y Rich podía elegir salir del baño (y perder la apuesta) cuando quisiera.
• No había luz y por lo tanto no tenía forma de saber si era de día, de noche o cuánto tiempo faltaba para cumplir la apuesta.
• Tenía una heladera (sin luz) y suficiente comida y agua. Comida fresca le era entregada esporádicamente, pero de una manera que no tenía interacción con un ser humano.
• Tenía papel, toallas, una especie de cama y almohada, una paleta/pelota y un cubo Rubik.
• Alcohol, píldoras para dormir y drogas no estuvieron permitidos.
• Le eran suministradas cualquier tipo de vitaminas necesarias.
• Había una especie de livestream para asegurarse de que no hiciera trampa.
• Si lo lograba ganaría 100 mil dólares. En caso de que retirarse, debía pagar 100 mil dólares.

Desde muchos sectores se criticó a Rory (quien quedó afuera del baño) por hacer una apuesta que podía afectar tanto la salud de Alati. Sin embargo las cosas terminaron diferente a como uno esperaba: el de afuera pidiendo por favor darla por finalizada antes de tiempo.

Ahora solo resta ver cuánto tiempo tardan los jugadores de poker en encontrar una nueva apuesta más loca todavía. Algo en lo que han probado que son muy, muy buenos.