Según datos oficiales existen cerca de 38.5 millones de migrantes mexicanos en todo el mundo, 98% de ellos en Estados Unidos , lo que a su vez constituye el 10% de la población total en la nación estadounidense.

Estados como California, Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado y Nevada concentran el mayor número inmigrantes y es justo en Las Vegas donde muchos de ellos se dedican al sector del espectáculos y casinos que este año ha estado parcialmente paralizado por la situación actual de pandemia de COVID-19, causando grandes retos y dificultades lejos de casa.

Norma Flores  lleva dos décadas dedicada a la industria del entretenimiento en la llamada Sin City, pero como mesera lleva nueve meses sin poder trabajar y viendo la economía en el peor momento del país que la recibió años atrás.

«Vine aquí para conquistar Estados Unidos, para decir ‘éste es el lugar donde quiero estar, donde construiré mi imperio’, pero ahora tengo miedo de despertarme mañana y no comer nada», comenta Flores en una entrevista con la agenda de noticias The Associated Press. 

Flores, de 54 años, no ha trabajado desde marzo, cuando cerraron los casinos de Nevada. Recibe 322 dólares semanales por desempleo, pero está ayudando a mantener a un hijo, una hija y seis nietos que se mudaron con ella al desplomarse la economía del estado.

En la década de los 70, esta migrante mexicana dejó el trabajo en una fábrica de su país natal para irse con su esposo en busca del «sueño americano». Rápidamente encontró trabajo en el casino Henderson, primero como camarera en un café y más tarde en un restaurante de buffet. En marzo, con el estallido de la pandemia, fue dejada de licencia sin sueldo y posteriormente en mayo fue despedida.

Aunque ha habido un mayor número de turistas desde que se autorizó la reapertura de los casinos en junio, el panorama sigue siendo desolador para los miles de trabajadores que incluso viven de las propinas, convenciones y shows en vivo.

«No creo que sepan (los turistas) lo duro que trabajamos, si no vienen a jugar, nosotros no tenemos dinero».

La situación en Las Vegas no parece mejorar, recientemente el gobernador del estado, Steve Sisolak , decretó una nueva pausa que se extenderá hasta la primera quincena de enero mientras la tasa local de desempleo es de 14.8 por ciento, casi el doble del promedio nacional. Puedes leer la crónica completa aquí.

Fotos: AP Photo/Wong Maye-E.