A casi tres meses de la reapertura de los casinos en Nevada , un creciente número de contagios y más despidos por uno de las principales empresas que opera Las Vegas hace que la fotografía general no sea para nada alentadora en la capital del juego.
Por una parte, MGM Resorts International dijo el viernes que estaba enviando una carta de separación definitiva a 18.000 empleados que, al comienzo de la pandemia de COVID-19, habían sido temporalmente apartados de sus puestos de trabajos recibiendo algunos beneficios salariales.
El Strip, donde la empresa concentra una gran cantidad de sus hoteles y casinos, sigue siendo afectado por la disminución del turismo, restricciones de capacidad y falta de eventos deportivos, lo que lleva a un panorama poco agradable para los visitantes y clientes. Además, propiedades como el Park MGM o el Empire City en Nueva York aún permanecen cerrado.
«Nada me duele más que entregar noticias como ésta. El corazón de esta empresa son nuestros empleados y el servicio de primera clase que brindan. Por favor, sepa que su equipo de liderazgo está trabajando las 24 horas del día para encontrar formas de hacer crecer nuestro negocio y dar la bienvenida a más de nuestros colegas», se excusó el director ejecutivo Bill Hornbuckle en la carta de separación a los empleados.
A este hecho se le suma un reciente informe que muestra que más de 500 visitantes de Nevada han dado positivos por COVID-19 en las últimas semanas. El Departamento de Salud y Servicios Humanos informó que, el primer brote se había dado el 25 de julio con 347 visitantes infectados y que ahora el número ha aumentado a 530 turistas.
Esta situación es aún peor debido a que funcionarios de salud no tienen datos reales del rastreo de los visitantes y estos números de contagios solo representan los detectados mientras se encontraban en Nevada, sin embargo solo han podido detectar a 11 que dieron positivos una vez que regresaron a sus casas en otros estados como Arizona, California y Ohio.
El gobernador del estado, Steve Sisolak , había declarado que se seguiría de cerca la actividad relacionada con la pandemia en la entidad y de ser necesario, se volverían a los cierres de principio de año, sin embargo, medidas de este estilo solo se ha aplicado, hasta el momento, a algunos bares o condados específicos.