Cuando las aguas bajaban calmas se generó la tormenta que encendió el alerta en el margen oriental del Río de La Plata: un informe del diario El País aseveró que el Estado uruguayo bloqueará 17 sitios de apuestas online, entre ellos los que se dedican al poker. Definitivamente fue un martes 13 negro para el poker charrúa.
El artículo indica que el gobierno considera ilegales a estos sitios y que se espera el descargo de las firmas online (se nombra a PokerStars, bet365, Bwin) en la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas. El País interpreta que la próxima semana se hará efectivo el bloqueo.
La clave del asunto se encuentra en el párrafo de una ley que declaró ilegal «la prestación de servicios a través de Internet, plataformas tecnológicas y aplicaciones informáticas, referidas a juegos de azar o apuestas online», manteniendo la facultad del Estado de «organizar certámenes de pronósticos de resultados deportivos internacionales».
La especulación apunta a que el poker cayó en una bolsa que no le correspondía. Como también sucede en otras partes del mundo, al ver los réditos económicos que generan los sitios privados en las apuestas deportivas online, los gobiernos le quieren echar mano. Éste sería el caso para que la «oficial» Supermach (presentada en su web como «El juego de apuestas deportivas del Uruguay») se quede con el mercado al ser eliminadas sus competidoras de un zarpazo legal.
La información cayó como un badbeat totalmente inesperado en la comunidad pokeril uruguaya, la cual había entablado conversaciones con la más alta dirigencia política para que el poker funcionara incluso bajo un paraguas legal a partir de una excepción a la ley. De hecho, cuando la política puso la lupa sobre el poker, se encontró con que era un polo interesante para atraer inversiones, como ocurre en Punta del Este, sitio que seduce turismo argentino y brasileño -principalmente-, lo cual genera dinero y empleo. A la dirigencia le interesó el crecimiento de este deporte mental por las oportunidades que estaba fomentando.
Sin embargo, el martes 13 amaneció con esta mala nueva que desorientó a los jugadores charrúas, sobre todo porque se cerraron los canales habituales de intercambio con la política. «Nos desayunamos con esta noticia y estamos medio a la deriva. Los políticos desaparecieron, PokerStars nos decía que no iba a pasar nada… y pasó, aunque al menos nos aseguraron que los fondos no corrían peligro«, le contó un Pro celeste a CodigoPoker.
Se vienen días (u horas) clave para la resolución del conflicto. Los jugadores pretenden que aquellas palabras auspiciosas de la política se conviertan en realidad y puedan seguir desarrollándose normalmente como marca la habitualidad. Y que este Martes 13 Negro se recuerde como una infeliz anécdota.