En el día uno de la World Series of Poker 2022, hace unos meses en Las Vegas, a la empresaria y socialité Lisa Vanderpump se le ocurrió sentarse a la mesa del Evento #1: Casino Employees No-Limit Hold’em de buy in US$500 junto a su perro Giggy y para que el animal no se aburra, le dio una tarea: proteger sus cartas. perros
En esa ocasión todos lo tomaron como una broma y un momento digno de los Viernes Freak que no pasó a mayores. En cambio, hoy se abre un debate con respecto a los perros en una mesa de poker, y no, no estamos hablando del famoso cuadro.
El estadounidense Gabriel Ramos inició la conversación en su Twitter tras llevar a sus «perrunos» a un torneo de poker y dejarlos bajo la mesa.
«Mis dos perros están probablemente en el 1% superior del mundo en entrenamiento para entornos públicos», escribió Gabriel en su red social.
«Uno de ellos probablemente esté entre los 10 primeros, no es broma. Si llevas tu perro a eventos de poker no debe ladrar/atacar. Además de hacer lo que les digas».
Muchos estuvieron de acuerdo con que las mascotas, si están bien entrenadas, no serían un problema en una mesa de poker. Pero también aparecieron los que ven con malos ojos este tipo de prácticas, tanto por el lado de los jugadores como el de los mismos animales.
«Creo que los principales problemas son: 1) Menos espacio debajo de la mesa; 2) Personas que le temen a los perros; 3) Personas alérgicas a los perros; 4) Perros que no se comportan (en un orden específico). Definitivamente me gustan los perros, pero entiendo por qué la gente está en contra», señaló la jugadora Melanie Moser .
«Es injusto para los perros y quienes los rodean», escribió el propietario de una cuenta animalista. «No hay mucho espacio para que la persona sentada a tu lado pueda poner los pies, algunas personas tienen miedo a los perros, algunas son alérgicas. Son muy lindos y se portan bien, pero no merecen estar en una mesa por horas».
Como vemos, la presencia de perros en las mesas es beneficiosa para algunos, en especial para la gente que es dependiente de ellos, pero para otros es una práctica que no debiese masificarse.