Las medidas adoptabas por los gobiernos mundiales para reactivar la economía durante la pandemia han generado polémicas y México no ha escapado de ello, pues algunos grupos han pedido que permanezcan cerradas las actividades no esenciales como los casinos.

La asociación política Confío en México ha hecho un llamado a las autoridades locales y federales para implementar acciones firmes según el plan trazado originalmente y no dejar que intereses políticos o de alguna otra índole intervengan en decisiones ya tomadas para así asegurar una disminución clara en la propagación del COVID-19 en el país.

Mediante una carta publicada por varios medios justo después de la reapertura de casinos en Guadalajara, la asociación con sede en Jalisco, pide a los gobiernos no ceder ante presiones para reabrir algunos giros anticipadamente.

 «Coincidimos con las múltiples voces de la sociedad en cuanto a que debe actuarse firmemente para evitar el llamado botón de emergencia que implicaría paro total de actividades socio productivas. Al mismo tiempo, Confío en México manifiesta su preocupación porque se han modificado los criterios inicialmente establecidos, para la apertura gradual de negocios conforme al potencial foco de contagio. 

Inusitadamente se ha autorizado apertura de casinos, bares, antros, teatros y cines, los cuales figuraban para su reactivación hasta en las últimas fases de la pandemia cuando la curva estadística de nivel de contagios y muertes por COVID-19 fuere a la baja»

Sin embargo, esta no es la primera reacción adversa que la reapertura de los casinos en el país ha tenido. El Grand Arenia Casino de Tijuana fue el primero en comenzar a operar bajo la nueva normalidad el pasado mes de junio antes de recibir varias críticas al considerar que con dicha reapertura se trataba de ayudar a un político asociado a un futuro candidato.

Parte de la polémica se ha dado también luego de que la Ley Federal de Juegos y Sorteos indicó que se podría dar la reapertura de actividades cuando el semáforo se encontrara en color amarillo y no en la última etapa (semáforo verde) como se había indicado en un principio.