Diego Armando Maradona 
, el mejor jugador de la historia del fútbol, falleció este miércoles tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en su casa de Tigre, Buenos Aires, donde se recuperaba de una reciente operación de la cabeza. El 30 de octubre había cumplido 60 años.
La leyenda del fútbol mundial se descompensó y, pese a la asistencia de más de cuatro ambulancias, no pudo reponerse. Es una conmoción mundial en un año olvidable.
La muerte de Diego no sólo es un antes y un después para el fútbol argentino, sino para todo el mundo. Quien fuera campeón del mundo con su selección en México 1986 y volviera loco a todo Nápoles con su magia, talento, trascendió las canchas del fútbol. Maradona era conocido donde fuera. Y donde fuera llevaba a su país.
La noticia nadie quería escuchar llegó. Después de muchísimos sustos, como la operación en la cabeza que le realizaron hace apenas unas semanas, el corazón de Maradona ya no aguantó. Quiso el destino que sea el mismo día que, hace cuatro años, falleció su amigo y admirado Fidel Castro 
.
Su corazón se paró, pero seguirá viviendo en el de todos los de aquellos que aman este deporte. Lo llora Argentina. Lo llora el mundo.
La «10» con la que ganó el Mundial de México 86, presente en todos lados
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