Phil Ivey, el mejor jugador del poker del mundo, se auto impuso un exilio después del Black Friday y el embrollo con Full Tilt Poker que duró más de nueve meses. En todo ese tiempo no tocó ningún naipe (al menos públicamente) pero su descanso terminó con la llegada del Aussie Millions en Melbourne, Australia. Parece que Ivey llegó con los ánimos renovados, tuvo un deep run en el Main Event (terminó en la posición 12°) y coronó su regreso con la victoria en el Súper High Roller de $250,000 dólares de buy-in.

El torneo, más bien Sit&Go de dos mesas, convocó a 16 jugadores el día sábado y a pesar de su estructura turbo se extendió hasta las primeras horas del domingo. Entre los jugadores que se animaron a participar en la edición de este año estuvieron Erik Seidel, Sam Trickett, Tom Dwan, Jason Mercier, John Juanda, Gus Hansen, Daniel Negreanu, Sorel Mizzi y Phil Ivey, fresco de su eliminación en el Evento Principal.

Con sólo 16 participantes en carrera sólo el podio vería sus esfuerzos recompensados con algo de efectivo. El tercer puesto se llevaría $800,000 dólares, el segundo $1,2 millones y el ganador la nada despreciable cifra de dos millones de dólares por apenas un par de horas de trabajo.

El primer jugador eliminado del torneo fue Tom Dwan quien sucumbió a manos de Gus Hansen. El desafortunado bubble-buy de este evento fue Daniel Negreanu, quien terminó en cuarta posición, y esta vez Hansen se coló en los premios tras haber burbujeado el otro torneo High Roller del Aussie Millions.

El Heads-Up se definió entre Phil Ivey y Patrik Antonius y terminó con la victoria del primero con -ax- -qx-, una mano con la que incluso el mismo Ivey ha bromeado diciendo que es su mano perdedora. Esta vez logró imponerse ante el -kx- -3x- de Antonius y así adjudicarse su primer título del 2012.

Bienvenido de regreso, Mr. Ivey.