Primer domingo del año: Implementa esta rutina desde ahora en adelante
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El misterioso caso judicial entre el Casino Crockfords de Inglaterra y Phil Ivey agregó un nuevo capítulo a su litigio. Haciendo un resumen de la disputa recordemos que el Tiger Woods del poker le ganó cerca de £ 8.000.000 (Conversor de divisas) en un juego de Punto y Banca y la casa de apuestas no le quiso pagar argumentando que había hecho trampa. Sin embargo, hace pocos días el ganador de nueve brazaletes de la WSOP rompió el silencio con los medios y afirmó a una publicación londinense que podía leer las cartas, pero que no era un tramposo.
Ivey admitió que gracias a una imperfección en el corte de los naipes, la cual detectó gracias a una jugadora de origen asiático, podía saber sus valores. La dupla detectó que las cartas eran asimétricas y aprovecharon para explotar dicha falla. Phil declaró que el no hizo nada malo y apelará hasta que el casino le pague.
Por su parte la casa de apuesta dice lo contrario y tildó a Phil de “estafador”. Los representantes legales del casino dijeron que él junto a su compañero, al cual denominaron, “Kelly”, pidieron que el mazo fuese cambiado en cada mano hasta encontrar el diseño asimétrico en cuestión. Luego de eso “Kelly” manipuló la rotación del dealer para hacer más visibles dichas marcas en una técnica conocida como “edge sorting”.
La apuesta inicial de cada ronda fue de £ 50.000, sin embargo, tras ver que la cosa pintaba bien subió a £ 150.000. Un par de horas más tarde Ivey y su compañía se levantaron de la mesa con cerca de £ 8.000.000, sin embargo, cuando quisieron cobrarlo el casino no se los paso y sólo les devolvió £ 1.000.000. Tras el mal rato Phil interpuso acciones legales las cuales aún siguen su curso.
¿Habilidad o trampa? Tú qué opinas.