NOTICIAS
Travis Egbert: por qué es uno de los mejores jugadores de poker del 2024
El estadounidense la sigue remando en un año que ya le deparó 39 cobros en torneos en vivo, su primer título del WPT y un anillo del WSOPC.
La semana pasada, Pokerstars envió un correo electrónico a un grupo de sus clientes más dedicados, alertándoles de que un futuro cambio en el programa de lealtad de la sala iba a reducir sus ingresos potenciales procedentes del sistema VIP en un 80%-85%.
888Poker cambió su sistema VIP el año pasado con resultado similar para los regulares de la sala.
Otros sitios, con muchos menos clientes, no reciben tanta atención mediática como las grandes multinacionales. Pero sus planes coinciden. Carbon Poker, por ejemplo, dejó de pagar rakeback a su jugadores a principios de este año.
En esencia, no son los mismos modelos, aunque ofrezcan resultados equivalentes. Por eso diferenciamos entre rakeback y sistema VIP.
Cuando coincidieron en el tiempo el éxito de audiencia en la televisión del WPT y el triunfo de Moneymaker en el Main Event de las WSOP, se desató la fiebre por el poker, especialmente por el poker online. Los operadores del sector estimaron con acierto que se encontraban ante un mercado virgen, extenso, pero finito.
El perfil básico que buscaban las primeras salas internacionales era el de un jugador que jugara muchas manos, cuantas más mejor. Los depósitos solo generan ingresos cuando se juega una mano y la casa se queda un porcentaje del bote, que es lo que se conoce como rake.
El objetivo principal de las salas era atraer a los jugadores capaces de abrir más mesas, y las campañas de publicidad dedicaban sus mayores esfuerzos a los medios especializados, como las revistas de poker. De la necesidad de contactar con los jugadores más activos surgió una nueva figura, la del afiliado. Los afiliados eran personas, sitios o páginas con influencia en las comunidades locales y que reclutaban jugadores para las salas a cambio de un porcentaje del rake generado por sus recomendados.
Cuando la competencia entre los afiliados se hizo mayor, a alguno se le ocurrió que podría renunciar a parte de su porcentaje, convencer a la sala para que aportara un poco más, y ofrecerle la suma de ese dinero a los jugadores como bonus por firmar con ellos. De ahí viene la palabra rakeback, que significa exactamente “devolver el rake”.
De paso, se ofrecía un incentivo a los jugadores dispuestos a jugar cantidades inmensas de manos pero incapaces de defenderse en las mesas. El rakeback cubría sus pérdidas y les permitía obtener beneficios por hacer lo que les gustaba. Es lo que conocemos como “rakeback pros”.
El ingreso directo de parte del rake era solo uno de los variados métodos que encontraron las salas de poker para recompensar a los jugadores más habituales. El otro método más común eran los bonos y los sistemas de puntos. Los bonos eran cantidades de efectivo que se ingresaban una vez cumplidos unos requisitos mínimos de rake generado para la sala. Los puntos se ganaban a la vez que se jugaba, y luego sepodían cambiar por artículos de la tienda o por entradas a torneos.
El sistema con más éxito, el que ha sobrevivido hasta hoy, fue un sistema híbrido que llevó a dominar el mercado a Pokerstars y Full Tilt Poker. Sus sistemas se basaban en puntos, pero ofrecían a los jugadores que generaban más volumen la posibilidad de canjearlos por bonos. Al final, el dinero que se conseguía así era un equivalente muy aproximado al rakeback directo que ofrecían la mayoría de sus competidores.
En Pokerstars se hicieron famosos los nombres de los niveles VIP a los que se accedía según el volumen de juego, siendo el más apreciado el Supernova Elite. En Full Tilt funcionaba el Ironman, con sus codiciados bonos de mitad de año y sus complejos cálculos para buscar la manera más eficiente de invertir las medallas y los FPPs que repartían en su programa.
El mail que ha enviado Pokerstars a sus jugadores significa la muerte de ese sistema, del sistema que levantó el sector del poker en su época dorada.
El jugador vocacional ya no interesa, ahora el objeto de deseo de las salas es lo que denominan el jugador recreacional.
En los nuevos sistemas VIP se va a buscar premiar la variedad de los formatos, probar un poco de todo, incluso otras ofertas de juego online como las apuestas o el casino. Así lo hace 888poker y así pretende hacerlo Pokerstars.
Es el resultado de la creencia de que se ha alcanzado el límite de interés de los jugadores vocacionales, que todo el que conocía el poker y se interesaba por él de una forma u otra ya tiene cuenta en todas las salas. También se piensa que los pros derrotan tan rápidamente a los nuevos depositantes que el poker online no tiene atractivo suficiente para retener a los curiosos que sí están dispuestos a pagar dinero por romper bloques en el Candy Crush o cazar Pokemons por la calle con el móvil.
Por ahora, está en disputa si la industria tiene razón o no en este aspecto, o si simplemente están queriendo hacer pagar a los profesionales la necesidad de ofrecer cada vez mayores dividendos a sus accionistas. Solo el tiempo dirá si están en lo cierto. O si acaban triunfando nuevos emprendedores como Phil Galfond, que pretende abrir una sala propia y demostrar que los jugadores profesionales y vocacionales siguen siendo el alma del poker online.
Por: Antonio Romero
¿Quieres aprender más? Suscríbete y obten tu membresía a Drawing Dead con el código promocional CodigoPoker y obtén 10 videos GRATIS de regalo.