La situación actual que atraviesa México producto de la pandemia ha hecho que las metas en recaudación de impuestos provenientes de los juegos de azar no haya llegado a la meta establecida.

En este caso, la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) parece ser la casa que pierde pues para el primer semestre del años 2020 que va de enero a julio se estimaba recaudar cerca de 1,496 millones de pesos mexicanos, cifra que quedó muy por detrás de el número real que se tiene hasta el momento.

La industria de entretenimiento que contempla casas de apuestas, casinos y otros juegos de azar debe declarar la llamada Ley del IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios) que solo logró juntar 949 millones de pesos, es decir, 547 millones de pesos menos que están dejando de entrar en recursos fiscales al gobierno federal.

Esta ley, impuesta desde 2008,  tiene una tasa del 20% a la organización o celebración de juegos con apuestas o sorteos, todo bajo la polémica Ley Federal de Juegos y Sorteos que rige al sector desde 1947.

Aunque poco a poco se comienza a activar esta industria con la reapertura de algunos casinos en el país, las limitaciones de aforo y la prohibición de operaciones en estados como Nuevo León y Ciudad de México, donde se concentra gran número de jugadores, no asoma un panorama claro ni para los entes encargados de recaudar impuestos ni para los centros de juegos.

Todos los casinos en el país tuvieron que cerrar desde el pasado mes de marzo a causa de los contagios por coronavirus, situación que ha afectado de manera particular a los juegos de azar y apuestas deportivas que han sido incluidos en la lista de últimas prioridades para incorporarse a la llamada «nueva normalidad».