Lo dice el Kun Agüero: por qué eligió el poker sobre otros deportes
El ex-futbolista de la Selección Argentina tuvo una charla con Pamela Balzano en la que contó qué lo hizo elegir el poker.
¡Increíblemente épico! El Playground Poker Club , conocido como el epicentro de los mayores pozos en vivo del poker a nivel mundial, ha sido testigo de otro millonario bad beat jackpot que repartió US$988.824.
Este fenómeno no es ajeno para el Playground, ya que hace apenas dos meses, un bad beat jackpot de US$1.9 millón hizo historia como el más grande en la historia del poker en vivo.
Aunque el último premio es aproximadamente la mitad de aquel colosal bote, sigue siendo una mano histórica, entre las más grandes jamás vistas, proporcionando ganancias que cambian vidas. Este golpe de suerte ocurrió durante una partida de cash NLH de US$1/$2.
Con ocho jugadores en la mesa, cinco vieron el flop 7 9 4 tras igualar la apuesta inicial. La acción llegó a la Silla 9, que apostó US$15. Guy Sanschagrin en la Silla 2 pagó al igual que lo hizo tanto el Jugador 5 como Siew Teh Haw en la Silla 6. El 8 apareció en el turn, lo que permitió la posibilidad de un jackpot de bad beat con dos proyectos de escaleras color.
Todos pasaron para ver el river A, Haw mandó US$40 y Sanschagrin metió el all-in para recibir un insta call sólo de Teh, quien destapó confiado su «manota» con 6 5, pero que no fue suficiente para derrotar al J 10 de su oponente con escala de color mayor.
Sin embargo, la tristeza para Haw duró bastante poco ya que el bad beat abrió el jackpot que terminó dando el 40% del bote, algo así como US$390K. La mano ganadora recibió US$195K, mientras que el otro 20% del bote se dividió equitativamente entre los seis jugadores restantes en la mesa , que recibieron cerca de US$32K cada uno. El último 20% del bote se repartió entre los demás jugadores en mesas de cash en toda la sala.
El jackpot de bad beat en Playground Poker Group se ha reiniciado a poco más de US$140.000, y el poker de damas permanecen como la mano calificadora mínima para que estalle la euforia.