TV SHOW
El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
Por estos días el pro Danielle Andersen compartió un bad beat brutal que sufrió su compañero Ryan Feldman en un cash game del casino Aria en Las Vegas .
La mano en cuestión, que seguro que aún le trae pesadillas a su protagonista, se dio en una mesa de high stakes de NLH con ciegas US$25/$50/$100 y fue de la siguiente manera.
Feldman, que es cofundador y productor del popular streaming de poker Hustler Casino Live, estaba en el botón y decidió hacer un 3-bet a US$1.000 a una apuesta inicial del CO de US$300 de un jugador llamado Freddy. El straddle pagó el re-raise inicial al igual que Freddy.
El flop 9 9 J le dio al miembro del HCL varios outs, incluido el de la rebuscada escala de color y por ello, al ver que no había acción decidió meter US$1.000, recibiendo el call de sus dos rivales.
El turn 2 fue pasado por todos hasta llegar al river 10 que desató el bad beat. Feldman conectó lo que él pensaba que sería su victoria segura. El straddle metió US$3.800 a lo que Freddy disparó all-in por US$14.800.
Ryan se sentía ganador y metió todas sus fichas en el centro, el straddle foldeó y al revelar, Feldman vio con impotencia que su mano fue superada por K Q, escalera color más alta.
VIDEO | El señor coo
This bad beat (with no bad beat jackpot obv) happened to @TheRyanFeldman on Friday but felt like it really needed to be shared with the world on a #MaxPainMonday 🤣🪦 #RipRyan @DGAFPokerPlayer @HCLPokerShow #WelcomeToThePainCave pic.twitter.com/s9SpQFjvvO
— Danielle Andersen (@dmoongirl) September 19, 2022
En el video que compartió Andersen, que fue tomado justo en la mesa, Feldman expresó su incredulidad de que su mano fuera bad beateada. El straddle que foldeó, entre risas, bluffeó que se había retirado con poker de nueves.
Para empeorar las cosas para Feldman, la sala de poker del Aria no tiene un Jackpot Bad Beat. Y esa mano ciertamente habría calificado como ocurrió el último mes, cuando explotó uno de US$1.2 millones, el más grande de la historia de Estados Unidos.