Entre el 2008 y el 2012 hubo un circuito llamado Partouche Poker Tour que se jugaba en Cannes , reunía a la élite del poker y servía como semillero de grandes estrellas de la actualidad.

Vanessa Selbst , Ole Schemion  y Sam Trickett consiguieron victorias que catapultaron sus carreras. Era un circuito al que todos querían asistir, pero de pronto surgió un problema y todo se acabó abruptamente.

Todo empezó en la gran final del circuito en 2012, cuando se había prometido un garantizado de 5 millones de euros que no se cumplió y causó la indignación de toda la comunidad pokera.

Al cierre del registro, los monitores mostraban un pozo a repartir de €4.200.000 y la organización, en vez de ponerse con el resto del dinero, optó por la otra alternativa: negar que fuese un garantizado y decir que era un pozo «aproximado».

Los jugadores no se quedaron callados y decidieron demostrar lo contrario con una infinidad de pruebas que daban cuenta de la palabra «garantizado» en todo su esplendor.

El escándalo fue de proporciones épicas. Hasta el mismo Patrick Partouche , máximo responsable del casino, tomó el micrófono y subió al escenario a negar que el premio era garantizado, aunque aún así aseguró que aportaría el dinero que faltaba. Para concluir, totalmente ofendido, le dio el golpe de gracia al circuito matándolo de un día para otro.

Ahora, este mismo hombre fanático del poker volvió a la carga al anunciar a través de sus redes sociales el regreso del circuito, que quiere aprovechar el resurgimiento del poker a nivel mundial para promover y limpiar el honor de lo que otrora fuese una parada imperdible a nivel mundial.

BREAKING NEWS : Patrick Partouche annonce la reprise du PPT ! https://t.co/GJ3JZeBDX3

— Patrick Partouche (@labanqueasaute) 30 de septiembre de 2019

¿Podrá recuperar la confianza de los jugadores?