En Argentina eran cerca de la 1 de la madrugada del lunes. Muchos habían finalizado su sesión, mientras que otros todavía allí estaban luchando con las fichas y cartas virtuales. Entre los del segundo grupo estaba Franco Spitale , quien definía la historia en el Bounty Builder High Roller de PokerStars.

El bicampeón del CAP jugó 18 torneos en esta sala y entró en el dinero en 5 oportunidades.

Más allá de que la ventaja en contra era muy grande para rojorulez, tanto como de 9 a 1, el argentino no quería dar el brazo a torcer: la posibilidad de salir campeón estaba latente y el salto entre el primero y el segundo era también para considerar. Al frente estaba serggorelyi7 , quien dominaba el enfrentamiento y se veía muy cerca de lograr la consagración.

En una de las manos con las luces en 50.000/100.000, Spitale recibió K 10 sobre botón y quiso ver el flop ante la subida de su rival. Al destaparse 7 2 10 en la primera calle de las comunitarias, no dudó en terminar con su resto de 16 ciegas al centro, y se encontró con un panorama favorable cuando el ruso destapó 7 J.

Con un bote que superaba los 4 millones de fichas, Franco estaba a solamente dos cartas de lograr más margen para seguir la contienda. Sin embargo, un fatídico 7 cayó al turn y la balanza se inclinó a favor de su rival ante los 171 testigos que miraban el golpe que el sudamericano recibía. Con el 3 del river, las ilusiones se hicieron añicos y el marpaltense quedó sin la posibildad de dar vuelta la historia.

Más allá de esa mano, Spitale terminó como subcampeón y con US$32.553 que le sirvieron para hacer más amena su caída. El campeón, en tanto, abrochó el premio mayor de 73.708 verdes.

En esta edición del Bounty Builder HR hubo 878 entradas de US$530, cada una, y una bolsa de 439 mil dólares. Lo que se recaudó se repartió entre los mejores 98 puestos pagos.

La mano que no favoreció a Spitale