Llegamos a mitad de abril y Gus Hansen no ha dado signos de repetir el enorme downswing de los últimos dos años. Recordemos que en el 2010 y 2009 Gus llegó a marzo como el gran ganador en Full Tilt Poker y en ambas ocasiones terminó con las mayores pérdidas de todos los regulares de la sala.

Esta vez, sin embargo, parece ser que todo será diferente. Hansen sigue siendo, por mucho, el líder de ganancias con 4,2 millones de dólares de beneficios y es también el jugador que más manos ha acumulado, 111.400, desde el principio del año. Mientras algunos siguen esperando su mala racha, Gus aseguró en una entrevista que ha aprendido de sus errores e intenta todos los días ser un mejor jugador.

«Trato de hacer pasos pequeños. Hace un año quizá cometía cien errores, quizá hago menos ahora y haré menos en un par de años. De lo único que se trata es de mejorar todo el tiempo», explicó Gus. Al respecto de su nueva estrategia que lo ha situado como el máximo ganador de High Stakes, afirmó: «He cambiado mi estilo de juego. Ahora soy un poco más tight. Todos piensan que estoy loco y juego todas las manos pero ahora me controlo más y me tomo el tiempo para analizar cada movimiento».

De más está decir que en los últimos dos años no eran pocos los que se preguntaban si Gus estaba cerca de la bancarrota. Y es que perder aproximadamente seis millones de dólares en dos años no es algo que cualquiera pueda resistir. Sin embargo, Gus dijo que no le molestan esas especulaciones y deslizó que, a pesar de su mala racha, no estuvo nunca cerca de perder todo su dinero. «Seguiré jugando. Me corresponde a mí demostrar que soy buen jugador y que esto es algo más que una buena racha», afirmó.

Lo cierto es que Gus ahora tiene el camino libre en Full Tilt Poker para destrozar los nosebleeds. Con la ausencia de Tom Dwan, Daniel Cates o Scott Palmer, por decir algunos, debido al «Black Friday» Hansen se ha librado de muy buenos regulares. Ya veremos si esto se refleja en sus ganancias, ya de por sí bastante abultadas.