La evolución en la industria del poker ha hecho que muchos jugadores se lancen a la aventura de hacer un streaming de sus sesiones online, práctica que los podría estar ayudando a mejorar de forma indirecta en su juego.

Ashley Sleeth.

Se dice que para que un emprendimiento tenga éxito, la idea debe poder ser expresada en pocas palabras y el mensaje deber ser comprendido por un niño de 5 años. Partiendo de este principio, hacer un transmisión en vivo puede ser beneficioso para quien está delante de la cámara.

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La jugadora profesional y streamer Ashley Sleeth habló recientemente sobre los grandes retos a los que se ha enfrentado al crear contenido de poker en vivo y cómo estos la han hecho una mejor jugadora.

«Si quieres convertirte en un gran jugador, comienza a transmitir en vivo. Gracias al ojo crítico de una audiencia, te enfrentarás cara a cara con tus errores, pero también fortalecerás tus convicciones para poder explicar tus movimientos».

En la otra cara de la moneda están quienes afirman que hacer un streaming sin dominar el juego puede ser completamente perjudicial debido a las distracciones y este es un factor que Sleeth también tiene presente.

«Hay una curva de aprendizaje en la transmisión que involucra muchas partes tecnológicas. Entre el software y el chat en vivo, puede ser una distracción cuando comience y su juego probablemente sufrirá un poco. Sin embargo, con el tiempo, todo cambia. La desventaja de estas distracciones técnicas es muy compensada por la velocidad a la que he encontrado fugas en mi juego».

La estadounidense concluye en su columna de CardsChat que el hacer streaming no es la «barita mágica» para ser profesional y tampoco representa la única vía para conseguirlo. Por último, da un consejo a todos los que decidan iniciarse en ello. «nunca ignores a tus espectadores en el chat, ellos pueden ayudarte a ver algunos errores».