Calmo, sereno, con la voz firme e inalterable. Jaime Atneloff tiene 85 años y, pese a los achaques lógicos de la edad, mantiene la cabeza de un joven. Está hecho un pibe, para ser claros. Y mucho de eso, jura, se lo debe al poker…

De igual a igual con cualquiera, este miércoles la leyenda del poker uruguayo se quedó con el Main Event de la cuarta fecha de la Brazilian Series of Poker, que por primera vez se jugó fuera de Brasil para desembarcar en el Enjoy Conrad de Punta del Este . Y Don Jaime fue profeta en su tierra.

Ateneloff, el trofeo y el brazalete.

«Yo no hago otra cosa que jugar al poker, es mi vida, y si no hiciera eso creo que ya estaría en el cajón. Esto me ayuda mental y físicamente…», aseguró Ateneloff minutos después de haberse quedado con el título y los 88.2229 dólares que le correspondieron luego del acuerdo a tres bandas al que llegó con su compatriota Omar Oyheanart (el runner-up) y el brasileño Caio Machado (quedó tercero).

«No sé si juego tan bien, todo está supeditado a la suerte, y sino te acompaña, es imposible… Esta vez he tenido suerte, me han venido cartas en el momento preciso y he ligado… Mañana veremos si en el próximo torneo vuelvo a tener la misma suerte», agregó, en vivo por el livestram de SuperPoker, el único uruguayo que ostenta una mesa final de la WSOP.

Jaime, él lo dice, se mantiene activo. De hecho, en este primer semestre del año se mostró como un regular del Cataratas Poker Tour en Casino Iguazú, a donde asistió a casi todas las fechas y consiguió varias mesas finales y buenos cobros.

«¿Qué me significa esta victoria? Es una linda caricia para el ego, todos tenemos nuestro ego y esto es un beso en ese ego, eso me significa«, explica el hombre, con la sabiduría de los años a cuestas. «Es un gran momento para mí. Ya había ganado algunos torneos aquí en el Enjoy Conrad, pero este es muy importante porque tiene más participantes de toda Latinoamérica.

-¿Cómo va a festejar este triunfo, Jaime?

-Nada, no voy a festejar. O sí, lo voy a hacer como todos los días: mañana ya estaré jugando al poker de nuevo.