Leo Fernández vuelve a San Pablo  y a un BSOP Millions, ahí donde hace un año fue tan feliz. Porque si bien no pudo quedarse con el Main Event -«Sólo llegué a cobros», dice, inconformista-, se desquitó con dos muy buenas actuaciones en los High Roller, el Súper de 20 mil reales y el de 5 mil.

En el primero, el más alto, en el comienzo del festival, quedó segundo tras perder el heads-up ante el colombiano Mayu Roca , y si bien se quedó masticando bronca por no haber podido salir campeón, tuvo revancha rápida en el cierre del torneo con el segundo High Roller.

Ahí, el argentino, Team PokerStars Pro , se desquitó con un triunfazo que, además de ser memorable por haber metido un tremendo badbeat de Q 8 contra los A A de Damián Salas , le reportó R$386.000 de premio ya que luego de esa recordada jugada, eliminó en el mano a mano al local Ariel Celestino .

Por eso ahora, cuando se viene el BSOP Million 2015 junto con la Gran Final del LAPT, todo en el Sheraton WTC de San Pablo en el que promete ser uno de los festivales más grandes de la historia, Leo Fernández recuerda aquella conquista.

«Hace apenas un año viví una serie inolvidable. En el BSOP Million del 2014 ocurrió lo que muy pocas veces puede ocurrir. Un back to back de heads-up, y los dos fueron en torneos High Roller. No agrego nada nuevo si cuento que me siento muy cómodo en este tipo de torneos por su estructura deep», escribió el crack argentino en su página oficial.

«Esos dos torneos estaban contaminados por la fiesta del Mundial. Era post canción ‘Brasil, decime qué se siente’ y sonaba en cuanto un grupo de tres argentinos o más se juntaban a hablar de fútbol, sobrevolaba el fantasma de 7 a 1 y ante cualquier mano ganadora, ya salía a relucir el abultado resultado en contra de los locales», rememora Fernández con los recuerdos todavía frescos, aunque sabe más que eso ya es pasado y que si quiere mantener la sonrisa deberá descollar como él sabe desde la semana próxima.

«Ahora viene otra vez la final del BSOP Million con un Latin Ameican Poker Tour de la mano. Hay chances de llegar lejos, pero nada se logra sin jugar. Espero poder traer, al menos, un nuevo trofeo para la repisa y una nuevo logro para Argentina», cerró Fernández, tan entusiasmado como siempre con seguir haciendo historia.