El gran atractivo de la Wynn Millions Poker Series fue su torneo Mystery Bounty, que tal como dice su nombre, tenía recompensas sorpresa para sus jugadores. Después de eliminar a un rival, el grinder con la mano ganadora tendría la opción de tomar un sobre con un bounty oculto que podría ir desde los US$500 hasta un premio de US$100.000 -sacadas del total del pozo- para las personas que avanzaron al Día 2. Durante el Día 1, todos los bountys fueron de US$100.

El personal de Wynn Poker trabajó horas extras para garantizar un proceso de recompensas fluido y cumplieron una vez más con un día emocionante lleno de grandes momentos.

Algunas de las recompensas misteriosas contenían US$ 500 y la oportunidad de volver a sacar otro sobre. Ese fue el caso de Hung Tran , quien usó su segunda chance y para su fortuna, en esa oportunidad, salió el premio mayor de 100 mil dólares. Padraig O’Neill también obtuvo una recompensa de US$100K, pero él no tuvo que sufrir tanto.

Para poner un paralelo, los ganadores del bounty máximo obtuvieron más dinero que el cuarto lugar del mismo torneo.

El evento que garantizaba US$1.5 millones, se jugó entre el 24 y 28 de febrero con un total de 2.103 entradas de US$1.600 a lo largo de tres vuelos para superar la bolsa inicial y llegar a los US$1.997.850 a repartir y el campeón fue  Eddy Konarske , quien se llevó US$222K. Según el conteo oficial, el único ITM latino fue Dorian Ríos  quien terminó en el puesto 67° con un premio de US$6.077.

En el 2020 se suponía que se iba a jugar un evento similar en la World Series of Poker, pero ya todos sabemos que el serial no se pudo realizar por temas de la pandemia. En ese encuentro el bounty máximo sería de US$250K. Para este año, la WSOP no lo programó en su calendario. Con el éxito en el Wynn, ¿crees que este tipo de torneos se van a extender a nivel global?