Todos recordamos a Jamie Gold por haberse quedado con la WSOP más grande de la historia. Por aquel entonces, una mezcla mágica de run good y su table talk lo llevaron a la cima del mundo del poker. Sin embargo, sus habilidades reales y su entendimiento del juego eran bastante discutidos. Doce años después parece que aprendió una o dos cosas y en un aspecto del cual jamás fue un gran fan: el fold.

En una partida US$5/US$10 (¿a dónde quedaron aquellos tiempos en los que jugaba con Farha y Antonius?), Gold deja un testimonio irrefutable en forma de video. Si su nariz siente que algo huele mal, le hace caso. No importa cuan difícil sea flopear dobles parejas mayores en un board con proyectos múltiples pero no cerrados.

Eventualmente Jamie decide soltar una mano en la que el 97% de los jugadores se inmolaría. Y de forma automática se queda tranquilo cuando le revelan que del otro lado había top set. ¡Qué hermoso momento!