Todo aquel que haya jugado cash en vivo se sentirá identificado con esta mano. En especial aquellos que grindean duro y se quedan hasta tarde, cuando llegan a la mesa esos jugadores que beben una copa por mano. Al cabo de una vuelta sabes que ese dinero que traen consigo está ahí para ser obsequiado. Y harán todo lo posible por dártelo, aunque a veces no depende de ti.

Entonces recibes Reyes. Y vez cómo este rival, ya hasta alcoholizado, dice «me caes bien, voy a ver el flop contigo», y te paga una barbaridad antes de las primeras tres comunitarias. ¡Qué lindo spot! Las cosas se ponen más interesantes cuando el flop es 8 alto y tú, que te has tomado tu tiempo para decidir cuánto apostar para que no se vaya, escuchas «¡all-in!» desde el otro lado de la mesa.

Quisiéramos tener un final feliz para esta historia. Pero, como dijimos al principio, si has jugado cash en vivo lo suficiente, sabes perfectamente cómo terminan estas cosas…