«Odio que me cuenten bad beats«, dicen muchos. Y a quién no le ha pasado: te eliminan de un torneo con una de esas manos que cuesta creer y lo primero que haces es empezar a relatarle tu desgracia a cualquier persona, sea tu novia o un completo desconocido que estaba mirando la mesa…

• Andrew Zeus, el dios de la WSOP Brasil

Lo único que vale es la descarga, porque en esos momentos ya nada podrá consolarte. Igualmente es cuestión de un puñado de horas, el tiempo que pasa entre que digieres el enojo y te sientas de nuevo en una mesa. Algo así vivió Ezequiel Waigel ayer en la mesa final de la WSOP Brasil en San Pablo .

• Brasiiiiiiiiillllll, decime qué se sienteee…

El argentino estaba en el 3-handed del Main Event y después de haberse doblado en algunas ocasiones a lo largo de la mesa final, empezaba a enderezar la nave con rumbos de éxito, sin embargo la varianza volvió a jugar su papel y Waigel terminó estrellado con su par de reyes.

«Odio que me cuenten bad beats». Así que véanlo ustedes mismos…