Volvió Tom Dwan pero sigue la preocupación por su salud mental
El estadounidense volvió a escribir en X después de su última aparición a finales de abril.
Las luces brillan sobre los finalistas de la World Series of Poker. El rail celebra, los flashes capturan emociones reales y las cifras marean. Pero hay una parte del éxito que nunca se ve en pantalla: el staking en la WSOP.
Detrás de cada brazalete, de cada mesa final o deep run en Las Vegas, es común que exista un acuerdo económico entre el jugador y uno o varios inversores que cubrieron su buy-in —o parte de él— a cambio de un porcentaje de las posibles ganancias. Es un pacto de confianza, números y riesgo compartido que mueve millones cada verano en Nevada.
Papo MC, campeón del Triton Millon en la WSOP Paradise de Bahamas, vendió 90% de las acciones para jugar ese torneo.
El staking es el respaldo financiero que un jugador recibe por parte de un “backer” o grupo de inversores para disputar uno o varios torneos. A cambio, el jugador cede una parte de sus ganancias si logra entrar en cobros.
También existen los swaps: acuerdos entre jugadores que intercambian porcentajes de sus cobros. Si dos pros acuerdan un 10% mutuo y uno gana $50,000, el otro recibirá $5,000 sin haber jugado ese torneo. Es una herramienta para reducir varianza y generar comunidad.
Hay varias razones por las que el staking en la WSOP es tan común:
¿Qué riesgos conlleva? Aunque útil, el staking no está libre de complicaciones:
En muchos casos, no existen contratos escritos, lo que convierte cualquier desacuerdo en una bomba de tiempo.
Aunque el staking suele hacerse en silencio, algunos jugadores han hablado abiertamente sobre su participación en estos esquemas. Aquí algunos ejemplos recientes:
Aunque son pareja, es conocido en la comunidad que en varios torneos se han swappeado o stakeado mutuamente, especialmente en High Rollers del circuito GGPoker o durante la WSOP. Su éxito compartido va más allá del matrimonio: también es financiero.
En la WSOP 2023, Deeb reveló haber stakeado a múltiples jugadores, incluyendo eventos de bajo y medio buy-in. Además, suele crear paquetes para vender acción cuando planea grindear muchos torneos seguidos. Para él, el poker es inversión y volumen.
Uno de los referentes del poker online, ha sido backer y staked durante años. En 2024, compartió en Twitter cómo estructura sus swaps y paquetes para eventos como el WCOOP o la WSOP. Para Pads, el staking no es solo una herramienta: es parte de su filosofía profesional.
El jugador que se lleva la gloria no siempre se lleva el dinero. Muchos campeones han confesado haber vendido gran parte de su acción antes de jugar.
En 2019, el argentino Damián Salas llegó al heads-up del Main Event en la edición internacional. Días después se supo que había vendido buena parte de su participación a través de plataformas privadas. Aunque la historia fue suya, las ganancias se compartieron entre varios bolsillos.
Y no es el único caso. En sitios como StakeKings, YouStake o redes cerradas, decenas de jugadores venden acción de forma pública o privada. Desde amateurs hasta high rollers, todos usan el staking para sobrevivir —y destacar— en el entorno más competitivo del mundo.