Doyle Brunson, la leyenda viviente del poker, ha jugado incansablemente en las World Series of Poker desde su creación en la década de los setenta. De hecho, fue uno de los integrantes del grupo de siete jugadores que votó a Johnny Moss como el campeón de las primeras WSOP en 1970 y desde entonces ha sido una figura fundamental en la historia de las series.

Sin embargo, después de cuatro décadas de juego esta podría ser la última participación de Brunson en las WSOP pues, según dijo él mismo en una entrevista, las jornadas se le hacen ya muy extensas para su edad. «Me gusta jugar siete u ocho horas consecutivas e incluso puedo estar más tiempo pero los días de las WSOP son muy largos para mí», afirmó.

A pesar de que podrían ser las últimas WSOP de Brunson, él aún ve mucho poker en su futuro. «Siempre supe que el poker sería mi profesión», explicó Doyle, «Espero seguir jugando mientras siga ganando. No necesito que nadie me diga cuando parar, si empiezo a perder lo haré pero afortunadamente esto no ha ocurrido aún».

Aunque quiere seguir jugando, Brunson está consciente de que el poker pertenece ya a otra generación. Dijo: «Hay muchos jugadores jóvenes que desconozco pero creo que el poker tiene ahora grandes representantes en Ivey, Negreanu, Seidel, Hellmuth, etcétera».

Grande entre los grandes, sin duda alguna.