Por: Pamela Balzano

Si mal no recuerdo fue en invierno hace exactamente ocho años, hacía frío en Melincué y corría mayo. Yo estaba con mi adorada Nikon D90, la cámara que me regaló mi hermano para mi cumpleaños de 15. Mi primera cámara, la que cambió todo.

Tenía 18 años recién cumplidos y se me daba por hacerme la grande y copiar a los treintañeros, durante ese viaje empecé mi manía por tomar café negro y amargo, no sólo por el sabor y el aroma tan especial, sino también para bancar las jornadas maratónicas típicas de los eventos de poker. Además lo ameritaba, llevaba con orgullo el título de ser «La fotógrafa del torneo», me tocaba cubrir la acción minuto a minuto a través de imágenes junto a todo el equipo de CodigoPoker.

Fue la primera vez que hablé con Connie, me enterneció verla sentada en una sillita en el salón mirando las mesas de lejos. Me acerqué, cruzamos unas pocas palabras y seguí mi camino retratando a unos cuantos jugadores alrededor para actualizar las noticias. Ella todavía no jugaba y yo tampoco.

 

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El tiempo pasó y nos seguimos reencontrando en casinos de diferentes ciudades y países, siempre con una sonrisa y una charla de por medio. En ese interín las cosas cambiaron mucho para las dos, MarÍa (como la conocen en Europa) se convirtió en una jugadora de poker profesional y alcanzó logros extraordinarios, como su campeonato en Bahamas, que la posicionó como la primera y única mujer en la historia en ganar el PCA por más de 1 millón de dólares. Antes, además, ya se había consagrado campeona en Londres del partypoker MILLIONS por otro premio millonario, además de innumerables resultados impresionantes.

Por mi parte durante aquellos años cambié mi postura con la cámara, dejé de estar detrás y pasé adelante. Me transformé en Pamsi, una creadora de contenido a tiempo completo que comenzó a mostrar el lado B del poker, con una frescura y un entusiasmo muy característicos. Todavía me cuesta creer que hice más de 200 videos acompañada por los sponsors más importantes de la industria, actualmente me auspicia GGPoker, la sala más grande de poker online que existe.

En el 2017 fui por primera vez a la World Series Of Poker de Las Vegas y nos reencontramos con Connie. Fue en ese viaje donde empezamos a construir nuestra amistad, siempre con tragos, risas y anécdotas de por medio y ahí me picó el bichito (como era de esperar) de empezar a estudiar y jugar poker. ¿Lógico no? La ciudad del pecado motiva a cualquiera.

 

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Si bien nuestros caminos con Connie se cruzaron desde el comienzo, este 2022 se entrelazan con un broche de oro que me alegra el corazón. Vamos a estar juntas disputando el Ladies Event de la WSOP (básicamente el mundial de poker de mujeres), representando la celeste y blanca con orgullo y pasión, justo en el año del Mundial de fútbol, de la Scaloneta pero también de la Pamsineta, ¡che!

Por alguna razón presiento que vamos a vivir una experiencia increíble, haciéndole honor al poker, al género femenino, a la Argentina (porque aún somos muy pocas las mujeres que jugamos) y a nuestra amistad, que pasó tantos estadíos diferentes para por fin sentarnos juntas en una mesa de poker. Allá vamos, en busca del brazalete y la victoria para tener otro motivo más para festejar. Qué lindas, locas e inesperadas son las vueltas de la vida…

¡VAMOS ARGENTINA!