De aquel chico que empezó a rapear en los colectivos para poder comer queda poco. O en realidad no. Queda todo. Porque si bien la vida de Alejandro Lococo hoy es completamente diferente, su esencia sigue siendo la misma.

Campeón de rap, streamer famoso, influencer de millones de seguidores en Instagram, referente de las nuevas generaciones y ahora, finalista del Main Event de la World Series of Poker. Eso es Papo MC para todo el mundo… Eso en su parte pública, luego queda la devoción por su mujer e hijos, su verdadera y gran pasión.

Pero hoy está ahí, en Las Vegas , viviendo el sueño. Por primera vez en su vida jugó el Main Event de la Serie Mundial y miren a dónde llegó: ¡es finalista del torneo más importante del mundo y ya se aseguró UN MILLÓN DE DÓLARES en premios.

Aunque eso a él poco le importa. Él quiere la gloria. «No hay palabras para describir lo que siento, no soy una persona que llore mucho pero solté algunas lágrimas», explicó Lococo minutos después de alcanzar la mesa final, todavía en el main stage del salón Amazon del Rio All Suites Hotel & Casino, mientras hablaba en vivo por el Instagram de CodigoPoker.

 

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«Estoy feliz, pero esto recién arranca, no hay que perder el foco. Me sobran los motivos para estar feliz pero más me sobran para irme a dormir, descansar –¡que alguien me duerma de una piña porque sino no sé cómo voy a hacer!– y volver ya para la mesa final», dijo el crack argentino.

«Hay gente que cree en la energía y gente que no cree, pero para mí no hay otra explicación lógica… Mirá lo que es eso… De más de 6.600 jugadores y ahora estoy acá. Gracias a todos, perdón que parezca que no estoy emocionado pero es una bajada de estrés, emociones, nervios», describe Papo, algo exhausto pero repleto de buenas vibras.

«Hace 20 días que estoy en Las Vegas, ocho jugando este torneo, son 12 horas por día, dormir, me levanto 4 ⁄ 5 horas antes de empezar, comer poco, dormir poco… pero es hermoso. Lo único mejor sería que esté mi familia acá conmigo aunque no se pudo por un tema de papeles, VISA y COVID, pero están acá conmigo igual. Valió la pena».

Y eso que, como él dice, todavía falta lo mejor: «Si me aguantaron hasta acá, aguántenme hasta el final». Así será, Papo.