El siete de julio te diriges al cajero del Rio y pagas los $10.000 dólares de buy-in para jugar el Evento Principal de las WSOP. Después de los niveles correspondientes termina el día y empacas en tu bolsa 49.900 fichas, contento por tu performance y listo para volver el lunes 11 de julio al día 2A. sin embargo llega el día 2A y estás banneado de por vida de todas las propiedades de Caesars Entertainment y, a pesar de hablar con el director del torneo, no puede ingresar al casino para seguir jugando por lo que, antes de que concluya la jornada, tu stack ha desaparecido por el inminente paso de las ciegas.

¿Qué pasó en el medio?

En Las Vegas pasa de todo. Lo que acabamos de escribir no es una ficción sino lo que le ocurrió a Carter Gill, un jugador profesional con más de quinientos mil dólares de ganancias en torneos en vivo, que vio truncada su esperanza de ganar 8,7 millones de dólares por una serie de eventos desafortunados.

La historia la contó el mismo Carter en su cuenta de Twitter. Resulta que, por alguna causa desconocida, Carter arrojó la ropa de una chica por la ventana de su habitación de hotel y con la ropa iban varios documentos importantes. La chica, obviamente, no se lo tomó a bien y, según parece, tenía algunos contactos en el Rio y horas después la seguridad del Casino le informó a Carter de su banneo, indicándole que tenía que abandonar el edificio.

Carter intentó por todos los medios revocar la decisión del Casino e inclusive habló con el director del torneo, Jack Effel, quien sin embargo le dijo que él nada  podía hacer ya que eso estaba fuera de su jurisdicción. Finalmente, y a pesar de que muchos pros se solidarizaron con Carter, la entrada no le fue permitida y su stack terminó siendo devorado por las ciegas.

$10.000 dólares, fácil vienen… fácil se van.