Se viene el Evento Principal de la World Series of Poker y son muchos los latinos que, año a año, van por la gloria. La gloria que casi consigue Damián Salas 
en 2017. Y que en 2018 quiere alcanzar Pablo Tavitián , dueño de muchos títulos de renombre.
Entre ellos figura el LAPT Viña del Mar 2013, que tuvo la convocatoria récord en la historia del Tour. Pero ahora es momento de ser el mejor del mundo, aunque su propuesta es bastante ambiciosa, por no usar otro adjetivo-calificativo…
No tenemos que hacer mucha memoria para recordar los problemas que ha tenido Phil Hellmuth 
hace poco con el tema de venta de porcentajes. En el caso del jugador con más brazaletes de la historia, una incontable cantidad de jugadores salieron a acusarlo de estafar a inversores. ¿Por qué? Porque vendía porcentajes de sus torneos con un mark up excesivamente alto.
¿Cómo se asemeja a la situación de Tavitián? Que Pablo vende su Main Event a un mark up a 2.0. Y hasta acá, cómo dice Doug Polk , podríamos discutir si es el mercado el que debe decidir cuál es el valor real. Si la gente piensa que es una buena inversión, comprará. Y si cree que es alto, no. Casi sacado de La riqueza de las naciones de Adam Smith, el mismísimo manifiesto capitalista. Lo que sí podemos poner en tela de juicio es la parte donde saca conclusiones sobre el ROI –el retorno de la inversión–.
Según el jugador oriundo de Villa Carlos Paz, Córdoba , las chances de que el inversor no pierda dinero (que no significa que gane) son del 80%. Jugadores como Pablo Paglayan e Iván Schvintt se mostraron escépticos y expresaron sus dudas en Facebook.
¿Qué harías tú? ¿Le comprarías un porcentaje a Pablo?
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