Primer domingo del año: Implementa esta rutina desde ahora en adelante
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Todos los bad-beats duelen, pero si estamos en el torneo más caro del mundo, de seguro el sentimiento se amplía a niveles inexplicables.
La situación es esta, Connor “Blanco Negro” Drinan estaba jugando el Big One for One Drop de la World Series of Poker, sí, ese torneo con un excluyente buy-in de $1.000.000, al cual llegó tras ganar un satélite. Quedaban 19 jugadores y su stack de 5.800.000 de fichas le permitía soñar tranquilamente con el primer lugar junto con los $15.000.000 que esperaban al afortunado campeón. Sin embargo, llegó a un punto de inflexión del que nadie se podría librar.
Connor recibió sus cartas, las levantó y vio A A y comenzó una guerra de raises y re-raises pre-flop contra Cary Katz , el cual cubria sus fichas, al final ambos terminaron all in. Su rival llevaba A A.
Drian respiró tranquilo porque la posibilidad de dividir el pozo era muy alta, sin embargo, pasó esto:
Sam Trickett , Phil Ivey y Antonio Esfandiari fueron testigos de este millonario bad-beat y sólo atinaron a decir “¡So sick!”.
Por su parte Connor se retiró del salón con una impotencia difícil de describir, aunque al rato señaló lo siguiente a través de su Twitter.
Brutal finish to one drop but it was a fun run. Thanks to investors…lots of people to collect from so effort from investors is appreciated
— Connor Drinan (@ConnorDrinan) julio 1, 2014
«Un final brutal en el One Drop, pero fue divertido intentarlo. Gracias atodos mis inversores, muchas personas hicieron un gran esfuerzo por bancarme y se los agradezco».
Katz atinó a decir: “Nunca más me quejaré cuando me revienten dos ases”. Ya lo creemos.
¿Y tú cómo hubieses reaccionado ante esto?