Brendon O’Neal lideró el Día 1A del Texas Poker Open
El estadounidense avanzó como chipleader en el Día 1A del Texas Poker Open, que se juega en el Champions Club de Houston.
Aram Zobian no es solo un finalista del Main Event de la WSOP 2018, también es uno de los jugadores más efectivos cuando se trata de explotar errores de rivales en torneos en vivo. En su más reciente participación para PokerCoaching.com, presentó cinco jugadas que, sin ser revolucionarias, tienen un impacto directo en tu winrate. Aquí los vamos a enumerar y explicar…
El primero de estos ajustes es tan sencillo como potente: foldear spots marginales, incluso cuando tu mano parece demasiado buena para soltarla. Muchos jugadores se convencen de que deben aguantar hasta el river con manos que técnicamente “están en el rango”. Pero Zobian sugiere que, en torneos en vivo, donde la mayoría de los rivales no bluffean de forma balanceada, es mejor evitar ese desgaste. Si el rival apuesta medio pozo en flop y luego repite en el turn sin una historia clara, simplemente hay que soltar la mano. El fold no es debilidad, es ahorro de fichas para situaciones más claras. Saber retirarse a tiempo contra jugadores poco creativos puede ser la diferencia entre un stack sano o una eliminación temprana.
Su segundo exploit es menos común, pero igual de efectivo: apostar muy poco en el turn para preparar un farol fuerte en el river. Este movimiento, que rara vez aparece en soluciones GTO, se basa en aprovechar la pasividad de muchos jugadores. Al hacer una apuesta muy pequeña en el turn -algo como 15% del pozo-, el rango del rival se mantiene amplio. Luego, una apuesta masiva en el river se vuelve mucho más creíble. Según Zobian, esta secuencia funciona particularmente bien contra jugadores recreativos o regulares pasivos que prefieren evitar decisiones difíciles.
El fold no es debilidad, es ahorro de fichas para situaciones más claras.
Otra de las claves que destaca Zobian es una que se ve muy poco en torneos en vivo: apostar fuerte por valor desde el flop. La mayoría de los jugadores tienden a usar tamaños pequeños por inercia, siguiendo líneas más “solidas” o conservadoras. Pero en realidad, cuando se tiene una mano fuerte en boards donde el rival conecta a menudo -como top pair u overpairs- hacer apuestas grandes puede sacar mucho más valor.
Zobian lo ejemplifica con un board como 10-8-3 rainbow. Allí, un jugador promedio con pareja media o con gutshots va a pagar una apuesta fuerte sin pensarlo demasiado. Entonces, si tienes jotas o una mano dominante, no hay motivo para apostar chico. El rango del rival está lleno de manos que no van a foldear, y las apuestas grandes permiten construir rápido el pozo. Aumentar el tamaño de la apuesta en estos spots no solo es rentable, también rompe con el patrón predecible que muchos jugadores usan desde hace años.
El cuarto exploit va más allá del flop y se extiende a toda la estructura de apuestas: no limitarse a uno o dos tamaños de apuesta predefinidos. Zobian recuerda que el juego se llama No Limit Hold’em, y que jugar como si existiera un tope en las apuestas es un error. A veces, el mejor movimiento es una overbet del doble o triple del pozo, especialmente si detectas que tu rival odia pagar fuera de su zona de confort. Saber adaptar tus tamaños —desde bloqueos mínimos hasta apuestas monstruosas— es una herramienta que los mejores jugadores dominan, y que en torneos en vivo suele causar estragos.
El último exploit es, quizás, el más contraintuitivo para jugadores formados en escuela GTO: jugar rangos mucho más amplios preflop cuando hay stacks profundos. En torneos donde los stacks iniciales superan las 100 ciegas y los niveles son largos, Zobian sugiere que abrirse a jugar manos especulativas puede ser muy rentable. ¿Por qué? Porque los errores del rival también se amplifican en profundidad.
Un ejemplo perfecto fue una mano en un 3K del Wynn, donde pagó un raise en botón con 87 offsuit estando 400bb deep. En flop conectó las nuts y su rival, con ases, terminó entregando todo el stack. Ese tipo de spots no ocurren si te limitas a rangos preflop estándar. Zobian no sugiere volverse loco con cualquier mano, sino tener flexibilidad para incluir conectores, suited gappers o pares bajos cuando las condiciones lo permiten.
El riesgo es bajo y las recompensas pueden ser enormes. Claro, esto exige postflop sólido y saber cuándo rendirse. Pero para jugadores con buen control y capacidad de adaptación, este enfoque abre la puerta a pozos gigantescos que de otro modo no estarían disponibles. Además, permite jugar de forma más creativa, desequilibrando a oponentes que solo estudian teoría.
Zobian cierra con un mensaje claro: “El poker en vivo no premia a quien memoriza soluciones, sino a quien piensa por sí mismo en cada spot”. Ser dinámico, observar, ajustar y tener confianza. Esas son las verdaderas claves que separan a los que solo participan… de los que dominan.