Ser jugador de poker tiene sus matices y como en cualquier otra actividad de la vida, es importante conocer cuáles son los máximos y mínimos que se pueden dar a la hora de plantearse unos objetivos a alcanzar.

No todos los días son iguales. Bien sea por motivación u ocupación, las jornadas de estudio y juego se pueden ver afectadas en el rendimiento total. Para ello es fundamental trazarse algunos límites superiores e inferiores a la hora de sentarse en las mesas o revisar manos.

El coach Rodrigo Lithany Río junto al jugador Fabián Pichara presentan un nuevo formato para ayudar a sus seguidores a entender como funcionan los llamados matices en el poker. Normalmente, la mayoría de interacciones entre alumnos y profesores se da cuando los primeros realizan preguntas a los segundo, en esta ocasión la ecuación se ha invertido y el español ha hecho preguntas a varios jugadores para determinar la funcionalidad de estos mínimos o máximos.

Más de 10 alumnos del chileno fueron revisados para tratar de analizar los patrones, observando las peores y mejores versiones de ellos. Con preguntas como ¿Cuántas horas juegas al día? se estudió el tiempo dedicado a las mesas, el estudio y descanso y se pudo determinar que muchos jugadores tienen jornadas de juego bien definidas.

Sin embargo, si se presenta algún imprevisto que comprometa el cumplimiento de dicha meta, son más propensos a descartar por completo la actividad antes que dedicarle el mínimo. Por ejemplo, un jugador que quiere sentarse 6 horas en las mesas pero un día no lo puede cumplir, prefiere no dedicarle horas antes de dar un posible mínimo de 60 ó 120 minutos.

A lo largo del video se pueden ver los distintos casos de los jugadores analizados así como la recomendaciones de estos especialistas para dar la mejor versión en los días que no se pueden cumplir los objetivos en su totalidad.