BRAZILIAN SERIES OF POKER
Rodrigo Seiji llega como líder al Día 2 del BSOP Million Championship
El local terminó como chipleader del Día 1C y su stack terminó siendo el más grande de los tres vuelos iniciales. Hoy se juega el Día 2.
Por José El Profe Litvak
Negreanu dice que «debemos evitar llegar a un heads-up con una estrategia predeterminada. Hasta que sepamos cómo juega el rival, la estrategia que hayamos definido será incorrecta. Lo importante es poder adaptarnos rápidamente a su estilo para así contrarrestarlo».
En esta contienda, muchos de los factores determinantes de una estrategia diseñada para las etapas anteriores pierden valor respecto de la categoría y estilo de juego del rival. Pareciera el condicionante más importante.
No obstante, el juego agresivo debe ser predominante. Nunca hay que perder la iniciativa, salvo, claro está, que él sea híper agresivo. En ese caso «se impone el slow play para que solo se cuelgue la soga al cuello».
Tenemos que estudiarlo y descifrarlo. Hay que encontrar sus debilidades, sus flaquezas, incomodarlo y, al mismo tiempo, tratar de ser ilegibles. Cambiar estilos, aunque nos cueste algunas fichas.
Si raiseamos siempre desde la misma posición o proponemos el mismo tamaño de apuesta, si pagamos o foldeamos a menudo, nos encasillarán y habrán encontrado cómo atacarnos.
Algunos dicen que el «fuego se apaga con agua», otros enseñan que se logra «con más fuego, pero controlado». Preguntémosle a cualquier campesino y nos dará esta última respuesta, especialmente cuando se trata de grandes
incendios.
Lo mismo ocurre en el poker. Una vez establecido el perfil de juego del rival, elegiremos el «método para apagar el incendio». O con «calmantes» o con más de su propia «medicina».
En la literatura encontraremos consejos variados de los mejores jugadores del mundo, en uno y en otro sentido
No hay fórmulas mágicas. Debemos adoptar la más cómoda, la más «manejable». Aquella que se ajuste a nuestra personalidad y experiencia. Pero, para eso, lo esencial es tener claro cómo juega él.
Los incendios se apagan de cualquiera de las dos formas, pero sólo si sabemos manejar bien los recursos.