Inicio > Los diferentes tipos de tilt

Por: Carlos G. Barletta

El tilt del error

Este desequilibrio comienza con un error: el de haberse sentado a jugar sin tener la capacidad de aceptar las equivocaciones.

El segundo paso es un segundo desliz: una mala jugada que aflige y que provoca otra, que trae aparejada una nueva y, finalmente, la bienvenida al club de la paranoia.

Lo más grave de este síndrome, es que ocurre en sujetos que no admiten ser refractarios a la aceptación de sus traspiés, no son propensos a analizarlos ni a hablar de ellos. Aquellos que no pueden ayudarse ni buscar auxilio en otros y, naturalmente, se tildan.

Nada en esta vida puede superarse si no somos conscientes del problema y de nuestra incapacidad para revertirlo. Menos aún, si creemos que jugamos como Mr. Brunson o, como dice el tango, que tenemos “la pinta de Carlos Gardel”. En suma, si creemos vivir en Disneylandia.

“El perfeccionismo no sólo es un problema en el poker, sino en la vida cotidiana (a nadie le gustan los engreídos) y lo primero que debe hacerse para corregir sus consecuencias es entender que este juego tiene muchas variables, y que nadie ha inventado la fórmula perfecta; a lo sumo, sólo estrategias más rentables que otras. Moraleja: siempre hay algo que aprender y obviamente nadie no juega perfecto”.

“Ganar y presumir que estamos jugando magistralmente, o perder y asumir que estamos haciendo todo mal es algo causado, básicamente, por la decepción, la que se extiende al poker y lo convierte en un cúmulo de desencantos. Desencanto a que antes jugaba perfecto y ya no (cosa que es totalmente equivocada). Tal vez nunca jugaste bien, o tal vez juegas bien pero es sólo cuestión de una mala racha”.

Un primer paso en la solución al problema es hacer un análisis detallado del juego, desde lo mejor hasta lo peor. Cuando se juega on line, tenemos una gran ayuda, al poder repetir y hasta grabar las rondas que nos interesan. Y pedir ayuda para poder entender lo que no entendemos.

“Es incomprensible que haya cometido este error ¿Por qué lo cometo? Esta pregunta no es un signo, es el tilt mismo en toda su expresión”.

El entitlement tilt

Es el producido por el exceso de confianza, por creernos superiores y pensar que por ello, tenemos “derecho adquirido” a ganar.

Tal como ya lo analizamos, quienes tienen esta visión equivocada de la forma de encarar un deporte, cuando sufren derrotas para ellos injustificadas o, peor aún, contra quienes consideran inferiores, normalmente se tildan, se descontrolan y pierden la congruencia.

La afectación a su ego es tan grande que los desestabiliza.

Racconblack dice: “Entonces, como es bien de costumbre, especialmente del buen latino, culpamos al software, a la suerte o a cuanto factor ajeno a nosotros encontremos.

Perder contra un fish es la causa numero 2 de las publicaciones de bad beats en facebook (la número 1 es la búsqueda de aprobación).

A menudo a la gente le duele muchísimo más perder contra un fish que contra un jugador regular, precisamente por la creencia de que, si soy mejor, no voy a caer contra él (a mi modo de ver idea generada por las patéticas reglas educativas de competencia que vivimos en nuestros años juveniles).

¿Quieren saber si alguien entró en uno? Veamos. Ejemplos de frases que revelan el tilt:

“Yo estudio y trabajo duro, ¿Cómo es posible que pierda contra este idiota?”“Este tipo es un burro, ¿Cómo es posible que se enfiche de esa manera?”

“Este tipo jamás estará a mi nivel, así me gane esta mano”.

“Juego cien veces mejor, pero él tiene más tujes que cabeza”.

“La próxima mano que entre lo pelo, quien se cree que es, ¿Negreanu?”

“No se puede jugar con estos fishes, te pagan con cualquier cosa”.

Y podemos seguir. Humildad, señores, humildad, el mejor remedio.

El tilt de la ansiedad

 Desde la aparición de Chris Moneymaker, muchos, especialmente los jóvenes, visualizaron al poker como una forma para hacerse ricos de la noche a la mañana y comienzan a visualizarse como estrellas del firmamento internacional.

Sin embargo, alguien dijo certeramente que “el poker es la manera más dura de obtener dinero fácil”.

Hay creencias difíciles de abandonar por un jugador de poker y que, a largo plazo, lo conducen a un estancamiento y posibles errores mentales. Una de ellas, suponer que el dinero es la respuesta al logro de la felicidad.

¿Cuántos multimillonario infelices recurren a las drogas, el alcohol o cualquier otro vicio para saciar su incontrolable deseo de satisfacción?

Chauhan sostiene que “si el poker te hace feliz porque ganas dinero, vas por mal camino”.

Según Chris Ferguson “si quieres jugar al poker para ganar dinero, estás jugando por una razón equivocada: tienes que amar el juego, y tiene que gustarte trabajar duro”.

Y, para quienes tienen esta mirada equivocada, cuando los resultados no se dan tan rápido como su impaciencia lo necesita (y nunca aparecerán) viene la desestabilización y el tilt de ansiedad.

El tilt de las malas rachas

Ya nos ocupamos de esos ciclos insufribles, los que, generalmente, derivan en estados de desequilibrios.

Superarlos no es tan fácil y, en este caso, lo más importante es la mirada a largo plazo.

Es imperativo “meterse en la cabeza” que, en los períodos prolongados, la varianza no existe o se minimiza. Mientras no hayamos comprendido este concepto y no lo tengamos internalizado será imposible.

El tilt loose

Por reacción, en esta situación se juegan demasiadas manos y no se foldea preflop tanto como se debería.

Por lo general, la ansiedad nos hace creer que, de esa manera, tendremos más oportunidades. Y, naturalmente, es al revés.

Probablemente, esta es la manifestación más común del tilt,porque implica jugar de una forma en la que, interiormente, a todos nos gusta.

A la mayoría nos molesta foldear el 80% de sus manos antes del flop. El poker es mucho más divertido cuando estamos en la acción.

Otra causa es la frustración: necesitamos, a toda costa, volver a ganar para levantar la autoestima.

El tilt thigt

En la otra vereda está el desequilibrio que nos hace jugar en forma extremadamente “apretada”. Algo de conservadorismo no es malo, por el contrario, pero el problema aparece cuando ese sentimiento induce a desechar manos con buenas chances.

Comúnmente aparece cuando venimos de experimentar malos resultados o de estar muy derrotistas.

Otra causa se da cuando recibimos cartas que, en esencia, o en el contexto de la ronda, no son malas, pero como con ellas nos fue mal en ocasiones anteriores: le “tomamos idea”.

¿Quieres enterarte primero de todo lo que sucede en el mundo del poker? CodigoPoker te brinda la mejor información minuto a minuto en tu social media. Síguenos en X, Facebook, Instagram, Youtube o Twitch

Notas relacionadas

Noticias TOP 3